Con una resistencia probada contra los vaivenes económicos, la industria aeronáutica en México tiene por delante un sano potencial de crecimiento a niveles récord, apoyada en el robusto flujo de viajeros a nivel global, afirman expertos.
Pese a su relativa «juventud», el sector ha registrado crecimientos sostenidos cercanos al 15 por ciento en sus exportaciones, desde que comenzaron los registros en 2004, según datos de la Federación Mexicana de la Industria Aeroespacial (Femia).
El director general de Femia, Luis Lizcano, estimó que 2018 pudo haber cerrado en niveles de los 8.500 millones de dólares en cuanto a envíos al exterior y con una plantilla laboral de 60.000 personas.
Las cifras contrastan con los 7.600 millones de dólares de 2017, cuando el pujante sector empleaba a 50.000 personas. Además, representa un explosivo aumento contra los 1.000 millones de dólares de 2004.
«México ha logrado en menos de una década consolidar una estructura competitiva en este sector», afirmó Lizcano a Xinhua.
«Nuestro país es ahora el número 12 en exportaciones a nivel mundial y la intención es seguir creciendo en lo que toca a todas las áreas de un avión, desde interiores, estructuras, trenes de aterrizaje, turbinas, diseño y mantenimiento», agregó.
México cuenta con más de 300 instalaciones industriales de un centenar de empresas internacionales y locales, que están concentradas en los estados de Baja California (norte), Sonora (norte), Chihuahua (norte), Nuevo León (norte) y, en mayor medida, en Querétaro (centro).
Un 80 por ciento de la producción aeronáutica se destina a Estados Unidos, país con el cual el tránsito de mercancías no se detuvo, aun con la incertidumbre asociada con la modernización del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN), que culminó con éxito a finales del año pasado.
Por su parte, el presidente de la Femia, Felipe de Jesús Sandoval, señaló que «la industria probó ser mucho más resistente a los vaivenes globales, y es más estable en materia económica y financiera».
«Hay una oportunidad inmensa, impresionante para que la industria nacional desarrolle las capacidades, como lo ha hecho ya de manera exitosa la industria automotriz», comparó el experto.
De acuerdo con sus estimaciones, en el sector aeronáutico local solo se desarrolla actualmente el 5 por ciento de la cadena total de manufactura, mientras que en la industria automotriz, una de las más exitosas de la economía mexicana, el porcentaje es del 65 por ciento.
Al respecto, el presidente en México de la multinacional francesa Safran, Daniel Parfait, explicó a Xinhua que la firma está elevando anualmente sus inversiones para ampliar sus capacidades, ante la sólida demanda de sus productos, que van desde arneses para aviones, trenes de aterrizaje y mantenimiento de motores.
«La perspectiva es absolutamente excelente, seguimos invirtiendo mucho y hemos crecido en los últimos años de manera espectacular», indicó el ejecutivo.
«Veo realmente un gran futuro para México, no hemos sentido ningún impacto por las negociaciones comerciales entre México y sus socios, y creo que así va a seguir», auguró.
Safran cuenta con 20 instalaciones en el país en las que emplea a 13.000 personas. En 2012 tenía 4.000 empleados.
Las ventas globales de la empresa francesa crecieron un 26 por ciento el año pasado, un porcentaje que aplica también para México, de acuerdo con Parfait.
En tanto, el director regional y de relaciones gubernamentales de Boeing para América Latina, Edward Tobon, consideró que la expectativa para el mayor fabricante de aeronaves en el mundo no solo es buena para México, sino en general para la región.
«La industria de la aviación se va duplicar, hay mucho crecimiento en cuanto al número de pasajeros y la producción va a aumentar», indicó.
«El mayor proveedor para nosotros es México, y en cuanto al crecimiento de la aviación, Brasil también es importante, pero en general la región está bien», agregó Tobon.
En el caso de México, Boeing adquiere alrededor de 1 billón de partes para aeronaves anualmente.
Para América Latina, el fabricante tiene 1.500 aviones en demanda, una cifra que se va a duplicar en el transcurso de los próximos 15 a 20 años, consideró el ejecutivo.
La Asociación Internacional de Transporte Aéreo (IATA, por su sigla en inglés) pronosticó a finales del año pasado que la tendencia actual sugiere que el flujo de viajeros a nivel global podría duplicarse a los 8,2 billones en 2037.
Para Latinoamérica, la expansión será a un ritmo del 3,6 por ciento anual, hasta alcanzar los 731 millones en 2037, 371 millones más con respecto al estado actual.