A propósito de los últimos acontecimientos en la ciudad, pensaba en las Tijuanas en las que me muevo, al principio consideré dos, sin embargo, llegué a la conclusión de que son muchas más, a cual más creativas, la Tijuana de las maquilas y sus trabajadores que distribuyen productos únicos en el mundo.
La Tijuana empresaria, la que llena espacios, abarca mercados desde alimentos hasta tecnología.
La Tijuana artística, la de los pintores, músicos y escritores; la Tijuana de temazcaleros, de tribus indígenas de toda la república que buscan preservar su identidad, sus raíces, su amor a la naturaleza y a la madre tierra.
La Tijuana de la gente que lucha en el día a día, la Tijuana que busca limpiar su imagen, la de ser reconocida como una ciudad digna de vivirse, la Tijuana que abre los brazos a quien llegue de uno u otro lado.
La Tijuana de los mil rostros, la Tijuana eterna desconocida.
Imágenes: Judith Hernández