Cómo dice como dice Philip Zimbardo en su libro el Efecto Lucifer, para que una persona pueda perder sus derechos y pueda ser violentada, sin tener algún sentimiento de empatía o de culpa, lo que se necesita es eso quitarle el estatus de ser humano y puede ser cualquier cosa menos persona, si alguien no se le mira como una persona, se le mira bajo algún símbolo, la madre (como si fuera una investidura) las viejas, la puta, la zorra, la nalga, la buchonas, la loca, la histérica, la hormonal, la chacha, la madre soltera, las feministas, las chairas, las fifí, lo que sea, pero no se reconoce como una persona. Es así bajo un estatus de No persona que se pueden transgredir sus derechos.
Cuando una mujer reclama sus derechos todo lo que está pidiendo es que se le vea como una persona.
Una mujer tiene derechos y hay una carta de derechos de las mujeres y cuando se trabaja la defensa de los derechos de las mujeres o se pide a los hombres respeto por los derechos de las mismas, pareciera que están haciendo algún favor, porque ellos tienen una madre, porque ellos tienen una hermana, porque esa mujer significa algo más para ellos, no por el simple hecho y la revolucionaria idea de que es una persona, una mujer, cualquier mujer en el mundo es una persona, por el solo hecho de ser un ser humano tiene derechos.
Entonces cuando defendemos los derechos de las mujeres, se defienden sólo por el hecho de ser personas, no necesitan ser la madre de nadie, ni la hija de nadie, ni nada más la idea más transgresora, la revolución la cruzada que se está haciendo para el respeto de nuestros cuerpos, de nuestras decisiones, de nuestras ideas, es que somos personas y como tales tenemos autonomía en un muchas dimensiones. Así que si deseas apoyar las causas de las mujeres no lo hagas sólo porque tienes madre, hazlo porque es una persona. Gracias.
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