Por todos es sabido que en estas épocas decembrinas las revisiones en los puertos de entrada vehicular y peatonal a México se incrementaban en esta frontera por el paso de los paisanos, por San Ysidro o por Otay la inspección secundaria estaba llena de camionetas y automóviles.
En los últimos diez días, la vista ha sido inusual, de tres ocasiones, solo una vez, había una camioneta en inspección.
Asimismo, por esas fechas un conocido viajó de la Ciudad de México a Tijuana, comentó que en el avión venían muchos centroamericanos, algunos muy tatuados con la ropa holgada y se preguntó que sucedería a la hora de pasar por migración, sin embargo para su sorpresa, solo había un funcionario de migración sentado en un sillón y desde ahí preguntaba ¿de dónde vienen? todos dijeron de la Ciudad de México con su característico acento, a ninguno le pidieron mayor información, pasaron como si nada.
¿Será que efectivamente se acabó la corrupción? ¿Los ciudadanos responderán de la misma forma? ¿Será que ahora si se respetarán las leyes?
Algo está cambiando y esperemos que sea para bien.