Si cerramos los ojos para imaginar cómo sería el jardín del edén, un bosque lleno de flores de colores caprichosos, plantas, árboles de distintos tamaños y ríos de agua tibia correrían en nuestra mente. Este jardín existe en Costa Rica y es el Parque Natural Volcán Arenal, uno de los lugares más espectaculares de la provincia Alajuela y del mundo. Su cono de 1,633 metros de altura ofrece uno de los panoramas naturales más extraordinarios e impactantes del país, al que miles de viajeros acuden para reencontrarse en la naturaleza en su estado más puro.
A los pies del volcán hay un remanso de 900 hectáreas de exuberante reserva tropical, donde las aguas termales riegan los jardines y forman piscinas naturales. Este paraíso se llama Tabacón Thermal Resort & Spa y es el hogar de más de 135 especies animales como el tepezcuinte, el jaguar y monos congo, además de que el 53% de las especies de aves del país habitan aquí.
En este exclusivo resort enclavado en el inmenso bosque tropical húmedo a faldas del volcán, se disfruta de la paz perfecta del paraíso. Acurrucados en el jacuzzi de la terraza de cada una de las habitaciones de lujo, se tienen vistas a la selva tupida y al volcán, como un recordatorio de que la tierra está viva bajo nuestros pies.
Aunque el Volcán Arenal está en una fase de reposo desde el 2010, su actividad volcánica calienta los pozos de agua y hace que brote caliente y de manera natural a través de cinco vertientes que forman el río. El resort dio un giro a la vida en pleno corazón de la selva tropical al redireccionar ciertas partes del cauce, para formar marismas, cascadas, piscinas y baños en lo que fueran tierras de pastoreo. También se plantaron hectáreas de árboles para recuperar la flora nativa y dar paso a hermosos jardines botánicos.
En Tabacón todo parece un sueño que se corre tras velos del vapor que se desprende del agua, en algunas partes, la vegetación se asoma misteriosa entre las nubes que se elevan hacia el cielo. De tonos verdes intensos, fulgurantes y nuevos para la mirada, el bosque parece cantar a nuestros alrededor mientras jugueteamos en las pozas y cascadas, cuya temperatura oscila entre los 22 y 40 grados centígrados.
Por los muchos senderos que se esparcen por el bosque, las aguas termales nos invitan a zambullirnos o acostar en las tumbonas para escuchar el canto de cientos de pájaros, el sonido del agua fluyendo y los efectos curativos de los minerales volcánicos en el cuerpo. A cada paso que se da y a cualquier dirección que se mire, hay cientos de plantas y flores exóticas, de caprichosas formas y colores, tan únicas que parecen irreales.
Una experiencia inolvidable es consentirse con los tratamientos que se ofrecen en los bungalows del spa, ubicados al aire libre y rodeados por el bosque, jardines y fuentes. Su diseño permite que el viento, los sonidos y los aromas se integren con los tratamientos naturales, donde el agua termal es la estrella.
Durante las excursiones de descubrimiento se puede llegar al mirador ubicado a 600 m de altura, a esta distancia, el resort parece una bella flor rodeada del intenso verdor, y también se miran los caminos de lava que se hicieron después de la erupción del volcán en 1968. Además de senderismo, la inmensidad de la propiedad y la diversidad del terreno permiten los paseos a caballo, tirolesa, kayak y hasta rafting.