El experto en finanzas en la Escuela Bancaria y Comercial, Leopoldo Figueroa, explicó a Expansión que el redondeo tiene tres objetivos: administrativo, social y fiscal.
Por un lado, facilita la administración del flujo de efectivo, “te quitan el problema entregar moneditas”, dijo. Además, los centavos que se redondean se destinan hacia una organización con fines no lucrativos, y por último, representa una ventaja fiscal para la empresa.
Figueroa explicó: “Nosotros como persona física no pedimos un comprobante de esos centavos donados, la cadena comercial que hace la donación es la que tiene el beneficio fiscal, porque las donaciones son deducibles de impuesto, pero no es un monto que a la cadena comercial beneficie de forma considerable”.
El socio a cargo de compañías de retail de KPMG México, José Manuel González, señaló que el rol de las cadenas es servir de recaudadores para que las asociaciones y fundaciones lleguen a un mayor público.
Uno de los beneficios, según el especialista, es la imagen que dan hacia sus consumidores. “Lo que persiguen es que sus clientes se den cuenta de que ellos participan activamente en su comunidad y que quieren devolver algo a la sociedad”, apuntó.
Las cuatro cadenas comerciales más grandes del país son públicas, por lo que sus programas de donaciones y de responsabilidad social están disponibles para el público a través de sus páginas de internet.