En pleno festejo por el triunfo de México contra Alemania empezó a circular la noticia de que se privatizó el agua.
La Comisión Nacional del Agua (Conagua) ya emitió un comunicado al respecto, para aclarar dudas sobre los 10 Decretos de Reserva de Agua.
El decreto lo anunció el presidente Enrique Peña Nieto el 5 de junio y se hizo oficial al día siguiente en el Diario Oficial de la Federación.
Conagua afirma que de ninguna forma se otorgan beneficios para ningún particular y que, por el contrario, aseguran que la acción va a permitir preservar el medio ambiente y garantizar el líquido para el consumo humano de 18 millones de habitantes que aún no nacen.
Además, la institución hace una proyección del beneficio de este decreto a 50 años.
Con estos decretos, 295 de las 757 cuencas del país «habrán de preservar sus ecosistemas en las condiciones que hoy conocemos, gracias a que se garantiza el escurrimiento de agua en los ríos para tal fin», detalla la Comisión Nacional del Agua.
Conagua asegura que las reservas de agua decretadas buscan que el agua disponible en las cuencas se guarde para las futuras generaciones y para el cuidado del medio ambiente.
«Claramente se expresa en las mismas el destino medio ambiental y de uso público urbano, por lo que cualquier interpretación contraria solo busca desorientar y mal informar a la población».
LAS CRÍTICAS
La iniciativa ciudadana Agua para Todos realizó un análisis sobre los decretos y entre sus críticas está la vigencia de los 50 años.
La organización asegura que la actual Ley de Aguas Nacionales «se basa en una ley caduca», que según ellos fue impuesta a México como condición para entrar al Tratado de Libre Comercio de América del Norte.
Según esta iniciativa, el decreto libera «enormes volúmenes» para mineras, energéticas y a los gobiernos estatales sin que haya medidas de protección a los pueblos indígenas y a los núcleos agrarios.
Otra crítica es que el decreto no menciona la reforma al artículo cuarto Constitucional, modificado en febrero del 2012, que reconoce el derecho humano al agua que se pretende lograr con el acceso equitativo y sustentable del líquido a través de la participación ciudadana junto con la gubernamental.
EL RETIRO DE LA VEDA
El decreto puntualiza que de las 757 cuencas del país, 295 se tienen que preservar, pero a estas se les quita la veda. ¿Qué significa esto? Que las cuencas que se han preservado bajo reserva se abren para el consumo humano.
La justificación de Conagua es que se puede permitir retirar la veda porque los estudios del área han determinado que ya están en condiciones para ser aprovechadas para el consumo humano, pero de ninguna manera pueden usarse para la explotación del sector privado ni consumo comercial.
Conagua afirma que el motivo de quitar la veda es que se garantiza el escurrimiento de agua en los ríos y se logra captar el líquido, ya que el principal motor de la captación de agua son estos ecosistemas.
En el análisis de la iniciativa Agua para Todos sostiene que aunque la veda se promueve como una medida de protección al medio ambiente al incluir el uso de las reserva de agua para uso urbano y eléctrico, puede vulnerar el derecho al agua de comunidades agrícolas e indígenas.
Además se advierte que el retiro de la veda puede facultar a Conagua para otorgar permisos y concesiones del uso las cuencas.
El texto de Agua para Todos se puede consultar en el siguiente tuit.
Entre otras cosas, la Conagua prevé que la reserva de agua en las cuencas «pueda ayudar a amortiguar el cambio climático, pues se conservarán lugares emblemáticos que no hay en ningún otro lugar del planeta, como la Selva Lacandona en Chiapas».
Sin embargo, el impacto ambiental que advierte Agua para Todos se basa en que el decreto señala que las cuencas abiertas para la explotación deben ser aprovechadas al máximo para el consumo urbano y humano, y según la organización la sobreexplotación puede dañar al ecosistema hídrico.
Pero Conagua se justifica señalando que los beneficios que trae las medidas adoptadas con el decreto:
«Este tipo de medidas de cuidado del agua, son recomendaciones que se hacen a los países por parte de organismos internacionales como la International Water Resources Association y el World Resources Institute»«CONAGUA.»