Germán Larrea, el segundo hombre de negocios más acaudalado del país, y el candidato presidencial puntero, Andrés Manuel López Obrador, se enfrascaron, de manera indirecta, en una polémica que deja en claro las visiones diferentes que ambos tienen sobre el país –aunque los dos aparentemente dejaron abierta la posibilidad de cooperar en el futuro.
El debate remoto que sostuvieron los dos personajes lo provocó una carta que escribió Larrea, el presidente ejecutivo y del consejo de administración de la empresa minero-ferroviaria Grupo México (MX:GMEXICOB), a sus empleados, colaboradores y accionistas, para invitarlos a reflexionar el voto que emitirán el primer domingo de julio para elegir a un nuevo mandatario.
En esa misiva, Larrea, quien así se unió a otros dirigentes empresariales que también han escrito cartas o grabado videos recientemente para invitar a emitir un voto razonado el 1 de julio, dejó en claro que desde su perspectiva existente dos visiones futuras para el país y que de esas dos una no conviene a México porque representa un regreso a un modelo económico estatista.
«Recientemente hemos escuchado con preocupación, propuestas de estatización de empresas, la derogación de las reformas energéticas y educativa, entre otras ideas que significarían un retroceso de décadas y el regreso a un modelo económico que está más que probado que no ha funcionado en varios países», escribió Larrea, en su misiva, refiriéndose de manera indirecta a las planteamientos que ha hecho el candidato que encabeza las encuestas electorales y quien compite por la coalición Juntos Haremos Historia. «Venezuela, Argentina, Cuba, la extinta Unión Soviética entre otros, son testigos de ello».
Ante esto y dado que el empresario también utilizó la carta para defender el éxito de la empresa que él dirige, López Obrador, al sentirse aludido durante un mitin, salió en defensa de su candidatura y repitió las críticas que ha lanzado anteriormente a Grupo México, por haber recibido, supuestamente, favores de gobiernos anteriores.
«Comprendo su preocupación, Germán Larrea ha sido de los empresarios predilectos» de gobiernos anteriores, dijo el candidato de los partidos Movimiento Regeneración Nacional (Morena), del Trabajo (PT (OTC:PTGCY)) y Encuentro Social (PES), en referencia principalmente a que la administración del presidente Carlos Salinas de Gortari le entregó a un precio inferior a su valor en libros la mina de cobre en Cananea, Sonora, hoy conocida como Buenaventura del Cobre. No quiere el cambio «porque a él le ha ido muy bien».
Para López Obrador, el dirigente de Grupo México es por tanto un traficante de influencias que incluso, dijo, le ha permitido evadir responsabilidad alguna ante accidentes trágicos que ha enfrentado su empresa minero-ferroviaria, como fue la explosión de la minas de carbón en Pasta de Conchos, Coahuila, que ocasionó la muerte a 65 mineros, o el derrame de sustancias tóxicas hacia el Río Sonora.
Larrea «tiene mucha influencia entre el gobierno, contaminó todo el Río Sonora, porque hubo un derrame de químicos en la mina de Cananea, y no le hicieron absolutamente nada», dijo López Obrador.
La aseveración del candidato puntero no es del todo correcta, ya que Grupo México sí sufrió diversas suspensiones y sanciones por la contaminación de esa y otra afluente en el estado.
Las sanciones incluso forzaron a la empresa a una negociación, bajo la cual acordó depositar 150 millones de dólares en un fideicomiso para financiar las tareas de remediación ambiental de la zona afectada y para compensar a las familias afectadas.
Larrea, sin embargo, está en total desacuerdo con la descripción que ha hecho López Obrador de él y de las actividades de su empresa. Incluso, en la misiva que escribió el 25 de mayo y que se dio a conocer hoy, el empresario de 76 años de edad y con una fortuna valuada en cerca de 16 mil 500 millones de dólares, negó que él y su empresa, que también participa en proyectos de infraestructura y energía, hayan obtenido algún privilegio en el pasado.
«Les puedo afirmar y garantizar personalmente que no han sido producto ni de compadrazgo ni de corrupción, como afirma el candidato de Morena, en referencia al régimen concesionado», escribió Larrea, en referencia a las concesiones mineras, ferroviarias y carreteras que ha ganado su empresa. Grupo México «ha sido producto del trabajo y confianza de todos, de fuertes inversiones de capital, y de una visión de generación de empleos, bienestar y crecimiento durante tres generaciones».
Larrea incluso, para contrarrestar la mala imagen que López Obrador ha difundido de él su empresa, resaltó en la misiva las labores que ha realizado Grupo México a lo largo de los años en beneficio no sólo de sus 50 mil trabajadores, sino incluso del gobierno mismo –vía el pago de impuestos.
Por ejemplo, el ejecutivo resaltó los dos mil 600 millones de dólares que Grupo México ha entregado a sus trabajadores a través del reparto de utilidades en la última década, una cifra a la que debe sumarse, agregó, los 12 mil 531 millones de dólares que ha pagado en salarios a sus trabajadores.
Somos «la empresa número uno en México en reparto de utilidades a los trabajadores», escribió Larrea, calificando a Grupo México como una compañía convencida del libre mercado pero con un alto contenido de responsabilidad social.
En el tema de impuestos, el ejecutivo dijo que la compañía ha pagado al gobierno 12 mil millones de dólares en la última década, el segundo monto más alto para un negocio en el país.
«Cumplimos en todo momento y escrupulosamente con las leyes aplicables a nuestras actividades», agregó el empresario, resaltando además que Grupo México ha derramado más de 45 mil millones de dólares en los últimos 10 años a sus proveedores, de los cuales 90% son nacionales.
Larrea también resaltó en su misiva el enojo que siente la población por la corrupción, impunidad e inseguridad que aqueja al país y que tiene molestos a millones de mexicanos.
Claro que al mismo tiempo advirtió que la solución a esos problemas no es el modelo populista, que muchos empresarios creen que aplicará López Obrador en caso de ganar la elección, aun cuando el candidato no ha propuesto ese tipo de medidas.
Por el contrario, López Obrador ha dicho que de ganar la presidencia será prudente con el gasto gubernamental, que no expropiará bienes y que mantendrá la libre flotación del peso, al tiempo que será también respetuoso de la autonomía del banco central mexicano.
Larrea, de cualquier manera y ante los inminentes comicios, pidió a sus colaboradores y accionistas, así como indirectamente al público en general, «votar con inteligencia y no con el enojo que hoy todos compartimos».
«Nuestro país requiere de un voto razonado, inteligente y a conciencia, del México que queremos para nuestras familias y nuestros hijos», escribió Larrea.
Esta sugerencia, obviamente, no gustó a López Obrador, quien pidió a Larrea «no ande asustando a nadie, y que él mismo no tenga miedo, vamos a triunfar».
Claro que a pesar de las críticas a Larrea, el candidato de la coalición Juntos Haremos Historia hizo un ofrecimiento al empresario que si gana la presidencia no tomará represalias contra él u otros dirigentes empresariales ni afectará su intereses, ya que lo único que busca es acabar con las malas prácticas y los abusos gubernamentales.
«Se va a dar garantías a la inversión, no se va afectar a ningún empresario», dijo el tres veces candidato presidencial en el mitin. «Lo único que queremos es que se acabe la corrupción y el influyentismo; lo único que queremos es que este gobierno ya no esté secuestrado por una minoría rapaz; lo único que queremos es que el gobierno represente a todos los mexicanos, a pobres y a ricos, para eso es nuestra lucha. . . No tiene por qué haber ningún nerviosismo porque nosotros vamos a ser respetuosos de la legalidad y va haber un auténtico Estado de Derecho».
Así, al parecer López Obrador tendió una mano a sus adversarios en círculos empresariales, y que también se vio correspondida por Larrea en su carta cuando dijo que más allá de la elección, él y sus empresas seguirán trabajando por México y sus habitantes.
«Cualquiera que sea el resultado, los empresarios tenemos como responsabilidad seguir construyendo y generando empleos y riqueza para el país».