Hay diferentes tipos de cepas de uva, y aunque varias de ellas pueden crecer sin problemas en varias de las zonas vitivinícolas del mundo, el sabor de los vinos elaborados con ellas son diferentes. Pueden conservar los rasgos más comunes y característicos de la cepa, pero su esencia es irrepetible, y el factor que las hace irrepetibles es el viñedo.
Pocos lugares han sido más bendecidos con esta unión como Rioja, la enorme extensión de tierra española protegida con su Denominación de Origen Calificada. Aquí, la mano de grandes expertos ha sabido dirigir y aprovechar los factores que influyen en el desarrollo de las uvas, creando vinos de gran calidad y que son fieles representantes de la identidad riojana, orgullosos de su color, aroma, sabores y sensaciones.
Embajadores riojanos en el mundo, los vinos de Bodegas Campillo son piezas de arte llenas de colores y aromas, formadas bajo la perseverancia y el amor por lo bien hecho. Son creados con el conocimiento y la paciencia que dan los años de investigación en el tipo de sustratos y su relación con las uvas, en los cuidados que necesitan y en los procesos de producción y embotellado. Son aptos para todos los sentidos, capaces de evocar un torrente de sensaciones físicas y anímicas que nos transportan al ritual sensual del vino.
Dentro del enorme y generoso universo de la vitivinicultura, el terroir riojano alimenta uvas como la Tempranillo Blanco para crear vinos blancos, procedente de una zona con altitud elevada y suelo pedregoso. Con esta uva y la Viura se elabora Gómez Cruzado Blanco, con vendimia manual para seleccionar sólo los mejores racimos. La mitad del vino pasa por crianza en barrica de roble francés sin tostar durante cinco meses, y la otra mitad se cría en depósitos de hormigón. Así obtiene sus notas de fruta blanca, pera de agua, dulce de membrillo y minerales.
Una buena opción es el vino blanco Capellanía de Marqués de Murrieta, elaborado en la bodega más antigua y la primera de toda Rioja, fundada en 1852. El terreno recibe extremos cuidados para obtener uvas que transmitan la potencialidad de la zona vinícola riojana, logrando obtener un vino de sorprendente frescura, intensidad y complejidad que crece en botella con el paso del tiempo, por lo que logra maridar con los aperitivos previos a la comida o cena.
Es el terroir el que alimenta a las uvas durante su crecimiento, el que en mancuerna con el clima, la humedad, los vientos, y los minerales las dota de los nutrientes necesarios para que crezcan dulces y jugosas. Las condiciones de crecimiento las brinda la tierra en conjunto con factores como la altitud, el tipo de suelo, cantidad de sol y hasta nivel de lluvias, por lo que beber un vino es el feliz resultado de la unión de una serie de coincidencias en un momento y lugar exactos.
https://www.marquesdemurrieta.com/bodegas-rioja/es/
http://www.bodegascampillo.com/
http://www.gomezcruzado.com/es