Para el sabio doctor inglés que hizo la investigación, mujer fea es sinónimo de mujer inteligente. En 1906 publicó los resultados de la encuesta que hizo entre 1600 mujeres de diversas razas y pueblos del mundo concluyendo que la mujer debe su belleza al poco esfuerzo cerebral que hace para vivir, pues los estudios profundos, el trabajo intelectual constante, la obsesión y las preocupaciones, ejercen una influencia perjudicial a la belleza.
A los humildes de la antigua Grecia que usaban el “tribón“, abrigo de lana áspera de color marrón o rojizo, se les tenía prohibido presentarse en actos públicos con esa indumentaria, pues creían que era cobijo de chinches y pulgas que no se notaban por el color y el material usados. Sócrates fue uno de los que sufrió ese desdén pues vivía en las calles y compartía su filosafía con la gente del pueblo.