Más de 1.100 economistas, incluidos varios ganadores del Premio Nobel y ex asesores presidenciales, han firmado una carta en la que advierten al presidente estadounidense, Donald Trump, sobre su estrategia arancelaria en el comercio y sus efectos sobre la economía. Muchos de sus pasajes citan directamente a otra carta enviada en 1930, que advertía contra las medidas proteccionistas que EEUU impuso al comienzo de lo que finalmente se convirtió en la Gran Depresión.
«El Congreso no hizo caso del consejo de los economistas en 1930, y los estadounidenses en todo el país pagaron el precio», dicen los economistas en la carta, cuya publicación está contemplada para este jueves. «Mucho ha cambiado desde 1930, por ejemplo, el comercio ahora es significativamente más importante para nuestra economía, pero los principios económicos fundamentales como se explicaban en ese momento no han cambiado».
La carta, organizada por National Taxpayers Union (NTU), con sede en Washington, se ha dado a conocer justo cuando el Gobierno de Trump viaja a China para mantener conversaciones destinadas a evitar una guerra comercial y en momentos en que evalúa la posibilidad de eximir permanentemente a los aliados de los aranceles al acero y al aluminio. Esas disputas están nublando el panorama de la economía de EEUU, que ahora se encuentra en su segunda expansión más larga de la historia.
«Los economistas están bastante unidos en su oposición a la política comercial proteccionista», señala en una entrevista Bryan Riley, director de la iniciativa de libre comercio de la NTU. El proteccionismo «es el equivalente económico a decir que la tierra plana».
Trump podría subir el tono
Trump está evaluando aranceles sobre hasta 150.000 millones de dólares en importaciones chinas sobre la base de un supuesto robo de propiedad intelectual, mientras que Pekín ha prometido responder con aranceles propios sobre todo una gran variedad de productos, desde aviones hasta soja estadounidense.
La carta original fue enviada hace 88 años para instar a los legisladores estadounidenses a rechazar la Ley de Aranceles Smoot-Hawley, pero no funcionó. La ley fue aprobada en 1930 y fue un factor clave en la posterior guerra comercial que agudizó la crisis económica mundial. Los autores de la actual carta incluidos el ganador del premio Nobel del año pasado, Richard Thaler, y Gregory Mankiw, ex asesor económico titular del presidente George W. Bush temen que la historia se repita.
«Estamos convencidos de que un aumento a los impuestos proteccionistas sería un error. Operarían, en general, para aumentar los precios que los consumidores locales tendrían que pagar» y afectarían a «la gran mayoría de nuestros ciudadanos», escriben. «Pocas personas podrían esperar obtener ganancias con ese cambio».
Los trabajadores de sectores de la construcción, transporte, venta minorista, bancos, hoteles, servicios públicos y otros profesionales «perderían claramente» en una guerra arancelaria, comentan los economistas, y agregaron que los agricultores se verían doblemente afectados: al pagar precios más altos por los bienes importados y ver restringidas las opciones de exportación.
«Instamos a nuestro Gobierno a considerar el resentimiento que una política de aranceles más altos inyectaría inevitablemente en nuestras relaciones internacionales. Una guerra arancelaria no proporciona buen terreno para el crecimiento de la paz mundial».