Aunque reaccione con un chistorete, como es su costumbre cuando se queda sin argumentos, a Andrés Manuel López Obrador debió dolerle hasta lo más recóndito de su corazón la advertencia de Mario Vargas Llosa a los mexicanos que piensan votar por el candidato de Morena para Presidente.
Aquello de que es un peligro para México fue producto de la imaginación de un estratega político a salario del PAN, Antonio Solá, pero quien dice que sería un “suicidio democrático” elegirlo Presidente es Premio Nobel de Literatura que, además, en 1990 intentó sin éxito ser mandatario de Perú, postulado por un partido de centro-derecha; perdió con Alberto Fujimori, que fue candidato de la izquierda.
Vargas Llosa se preguntó si los mexicanos seremos tan “insensatos” de votar por el candidato de Morena (sin mencionar su nombre ni el de su partido) “teniendo el ejemplo de Venezuela enfrente”.
Las frases de Vargas Llosa sobre AMLO son tan demoledoras como la que pronunció en agosto de 1990 en un panel de intelectuales, moderado por Enrique Krauze, después de que Octavio Paz advirtió al PRI que de no democratizarse, desaparecería.
En un artículo en “Letras Libres”, Krauze recordó el 12 de noviembre de 2012 que Vargas Losa le pasó una tarjeta pidiéndole intervenir después de Paz. Fue entonces que el peruano acuñó la demoledora frase: “México es la dictadura perfecta”.
Dice Krauze que “La frase quedó en la memoria mexicana, como una estocada de antología”.
De antología también ya es la estocada del “suicidio democrático”, refiriéndose a ya sabemos quién.
Recuerda Krauze que la súbita salida de Vargas Llosa de México en agosto de 1990 se atribuyó a un berrinche del Presidente Salinas o a una desavenencia con Paz, pero “no hubo tal”. De lo que hay duda es si, de ganar López Obrador las elecciones de julio próximo, el Premio Nobel podrá regresar a México.
Ahora sólo falta que Andrés Manuel y sus corifeos en Morena y redes sociales salgan con la novedad de que el escritor peruano utilizó la presentación de su último libro “La llamada de la Tribu” para, contratado por el PRI o el PAN, pegarle en los bajos como nadie antes lo había hecho.
Ya Antonio Solá, que no sabemos para quién trabaja hoy, dice que AMLO dejó de ser peligro para México, pero Vargas Llosa, que no está a sueldo de nadie, nos advirtió de la insensatez que podríamos cometer con el “suicidio democrático”.
Por lo demás, ignoro si lo más doloroso para Andrés Manuel fue la carcajada sonora de Vargas Llosa cuando un reportero le dijo que el candidato de Morena presume de ser liberal.