Esta semana la Ley Fintech ha vuelto a ser relevante por su discusión en la Cámara de Diputados. Nuevamente se anuncia con bombo y platillo que nuestro país está a la vanguardia al haber presentado un esquema regulatorio novedoso que permite surgimiento de medios de pago, de sistemas de financiamiento colectivo, y de nuevos negocios tecnológicos de regulación a la medida. Sin embargo, más allá del marco legal: ¿Qué tan relevante es la industria Fintech en México?
La realidad es que al día de hoy, hablar del éxito de las empresas Fintech en México se reduce concretamente al segmento de “sistemas de medios de pago”, que ofrecen a comercios alternativas para conectarse con las plataformas de los bancos y poder cobrar masivamente a sus clientes sin necesidad de terminales bancarias.
El auge de los sistemas de medios de pago:
Los medios de pago tienen el valor agregado de haber eliminado la necesidad de los comercios de contratar terminales bancarias que implican una compleja infraestructura, mínimos anuales de venta, el tener que estar renovando las terminales, y el cuello de botella de hacer una por una las transacciones; siempre dependiendo además de internet y/o una buena señal telefónica.
- De acuerdo a datos de Francisco Meré Palafox, presidente de la asociación Fintech México, las empresas de tecnología financiera operan en México lo equivalente a 730 mil millones de pesos. Este monto es equivalente al 15% del crédito otorgado por la banca comercial, y al 14% de la captación bancaria.
- Destacan 40 empresas dedicadas a generar tecnología de pagos, como Conecta, Click, Kiwi, Señor Pago y Pago Fácil.
- Según datos de esa asociación, las transacciones que operan estas empresas crecerán 17% cada año en el periodo de 2018 a 2022; con lo que procesarán 1.38 billones de pesos.
Así, tenemos claramente una disrupción en modelos de negocio tradicionales, donde los comercios ven alternativas baratas, de simple tecnología y escalables mediante estos sistemas de pago masivos y fáciles de usar. El reto regulatorio, será definir si estos sistemas permitirán sólo canalizar pagos a cuentas bancarias, como hasta ahora, o bien captar recursos masivamente del público, lo cual tendría implicaciones mayores por la escalabilidad y potenciales riesgos sistémicos para los ahorradores. Habrá por lo tanto que seguir de cerca la evolución tecnológica y jurídica de este sector en nuestra economía. El sector Fintech, es una realidad no obstante en México.