Corporación Inmobiliaria Vesta, una empresa especializada en propiedades industriales, recibió el espaldarazo de inversionistas y analistas que vieron con buenos ojos su compra por 73.4 millones de dólares de un portafolio de 21 propiedades en Tijuana en el estado de Baja California.
El anuncio realizado por Vesta ayer sorprendió positivamente, ya que la estrategia de negocio de la empresa se había basado principalmente en el desarrollo de sus propios inmuebles, además de que demostró la posición de la empresa para aprovechar oportunidades en el sector industrial del país.
“El mensaje que interpretamos es claro: la industria es saludable, hay buenas oportunidades para seguir creciendo y Vesta está bien posicionada para financiar esas oportunidades en condiciones atractivas”, escribieron Pablo Monsiváis, Benjamin Theurer y Gilberto García, analistas de Barclays, en una opinión al respecto del anuncio de Vesta.
La compra también probó para algunos analistas el compromiso de la compañía por lograr su plan de expansión que se ha fijado cumplir en los próximos dos años.
“Nos agradan las adquisiciones de activos estabilizados como una forma estratégica para que Vesta se aproxime a lograr su plan de crecimiento 20/20”, escribió por su parte Dan McGoey, analista de Citibanamex, Casa de bolsa, en su opinión sobre la transacción.
Al parecer, la compra de Vesta también agradó a los inversionistas. Las acciones de la empresa cerraron con un crecimiento de 4.57%, en un día en que el índice de referencia, S&P/BMV IPC, cerró con una contracción de 0.29%.
Vesta anunció ayer adicionalmente que contrató un financiamiento por 118 millones de dólares con Metlife, que utilizará para completar los recursos necesarios impulsar su plan de crecimiento 2020; además de su guía de resultados para el próximo año que considera un incremento de sus ingresos de entre 17 y 19%.
A pesar de lo positivo, los analistas alertaron de los riesgos que podría generar para la compañía una potencial ruptura del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN).
“El riesgo más importante para la compañía son las negociaciones del TLCAN. Un resultado negativo aquí podría tener un efecto negativo en la actividad manufacturera general en México y, en última instancia, en la demanda de bienes raíces industriales”, dijeron los analistas de Barclays.