El Grupo Especializado de Autos Usados de la Cámara Nacional de Comercio, Servicios y Turismo (Canaco-Servytur) Tijuana, alertó a la comunidad por la venta de vehículos en la vía pública a precios accesibles, mismos que aunque en apariencia se vean en buenas condiciones, mecánicamente no lo están.
El presidente de la Asociación de Autos Usados y Camiones Usados de Tijuana, Fernando Parra Carrillo, dijo que es común ver en las calles de esta ciudad, gran cantidad de unidades móviles de segunda mano, que se ofertan a precios accesibles, pero sugirió a las personas pensar dos veces en adquirirlos de esta forma, ya podrían representar un riesgo y lastre en el corto plazo.
Indicó que se han percatado que un importante número de automotores usados que se venden de esta forma, son de unidades que fueron alcanzadas por inundaciones que se han presentado en distintos estados de la Unión Americana, las cuales son arregladas de su exterior, incluso algunas de éstas lucen impecables, lo que hace que los ciudadanos las adquieran tan pronto las ven.
Dichos autos, apuntó, a los pocos meses empiezan a presentar fallas constantes que hacen que las personas empiecen a invertir fuertes sumas de dinero, representando un costo mayor para éstas.
Otro de los inconvenientes de comprar automóviles de manera irregular, planteó, es que estos pueden haber participado en algún hecho ilícito, lo que podría también traerles serias consecuencias a quienes los adquieren.
Por otra parte, señaló que las unidades que les pueden estar vendiendo en algún lote de la vía pública irregular, o alguna persona en lo particular, es que ciertos modelos y marcas de unidades no pueden ser importados, con lo que estarían a diario con la zozobra de que las autoridades se los recojan.
De acuerdo a la reglamentación en la materia, los modelos que son factibles de importación son unidades fronterizas del 2008 al 2013 y nacionales del 2009 y 2010; además recordó que tampoco se pueden importar autos procedentes de terceros países.
Para concluir, Parra Carrillo sugirió a los ciudadanos comprar unidades usadas en lotes que se encuentren operando en un esquema de negocio formal, para de esta manera evitar riesgos que pongan en peligro su vida, libertad o economía familiar.