La búsqueda de un líder con poder Inteligente para presidente de México

El presente artículo tiene como finalidad, evaluar una idea con relación a las
opciones presidenciales para las próximas elecciones del 2018 en México, y cómo
los medios juegan un papel preponderante en el proceso, -en la mayoría de los
casos no de forma positiva-, además se fundamenta con relación al perfil de los
posibles presidenciables, desde la perspectiva del concepto de poder que maneja
Joseph Nye (2008). La metodología utilizada para el desarrollo del presente artículo
se estructura a partir del componente de aproximaciones sucesivas en la
metodología heurística, este método de acuerdo con Gamboa (2004), instituye la
cientificidad a partir del análisis de hechos reales sobre el sujeto y la sociedad, entre
otros, los fenómenos sociales implican una fuente inagotable de posiciones
epistémicas y metodológicas para el entendimiento de las leyes generales de
regulación o causalidad, por lo tanto el tema no se puede entender sin la
participación de y para la sociedad.

A partir de lo anterior, debemos reconocer la importancia que como ciudadanos
jugamos en el papel de las próximas elecciones para elegir al nuevo presidente de
México y renovar ambas Cámaras del congreso de la Unión, por lo que es necesario
permanecer informado para tomar la mejor decisión, pero ante esto, en necesario
preguntarnos; ¿Qué perfil debe de reunir el nuevo presidente de México? y, por otra
parte, ¿Qué papel juegan los medios en el proceso de decisión?

Para responder los anteriores cuestionamientos es necesario definir de acuerdo a
la metodología de las aproximaciones sucesivas citadas anteriormente, al sujeto de
estudio (los candidatos a la presidencia) y por el otro, la sociedad en general compuesta no solo por los integrantes del padrón electoral, sino también constituidos, por el gobierno, los partidos y sobre todo los medios que son los principales impulsores de la imagen de los candidatos.

El hecho real de que los medios juegan un papel preponderante, de acuerdo a la
metodología de aproximaciones sucesivas, los encontramos en el libro de Lorenzo
Meyer titulado “Distopía mexicana”, en donde el autor menciona: “…En la región lo
que domina en materia de medios es la insana relación entre gobierno, periodismo
y empresas, un triángulo que si bien en principio debería tener como base filosófica
el liberalismo, es decir, libertad de prensa y empresa, ha terminado por reflejar el
neoliberalismo como trasfondo real, esto es, un liberalismo contrahecho en el que
los medios en tanto empresas y muchos periodistas como individuos han aceptado
su captura a manos de poderosos intereses económicos o políticos …” otro ejemplo
lo podemos revisar en la a nota del diario Reforma, publicada el primero de
noviembre de 2017, con el título “Compran políticos a medios” con las afirmaciones
de Luis Carlos Ugalde, ex presidente del IFE, en una nota de Bloomberg que revela
la influencia de la publicidad gubernamental en contenidos de la prensa. De acuerdo
a la investigación, la agencia concluye, incluso, que el espacio de la primera página
en algunos periódicos, indica que el gasto en publicidad del Gobierno se ha
disparado a más del doble de su presupuesto el año pasado, el artículo señala “…Si
eres candidato y soy el dueño de una estación de radio, me vas a pagar 15 mil
pesos por una entrevista por radio…», en esta misma nota también se presentan las
experiencias de Xóchitl Gálvez quien recordó que cuando se postuló por el PAN a
la Gubernatura de Hidalgo, en 2010, un conglomerado de medios ofreció
entrevistarla y cubrir sus eventos por 22 millones de pesos en efectivo, mientras que
cuando estuvo en campaña por la Delegación Miguel Hidalgo, un periódico nacional
se ofreció a publicar una encuesta que mostraría cómo alcanzaba el candidato
favorito cobrando 1.5 millones de pesos. No podemos dejar de mencionar las
palabras de Xóchitl Gálvez señaladas en el mismo diario, «…Mientras el dinero sea
lo que hace ganar a políticos, estamos condenados de tener políticos poco aptos y
corruptos… »

Para continuar con la metodologías de aproximaciones sucesivas, debemos
entonces enfocarnos en el sujeto de estudio, los candidatos presidenciales para el
próximo sexenio de 2018 a 2024, se prevén una de las elecciones más competidas
que ha experimentado nuestro país en su joven democracia, por una parte,
encontramos a los mismos partidos de siempre “procurando establecer nuevas
estrategias”, que incluyen alianzas que para muchos son difíciles de entender,
como la conformada por el Partido Acción Nacional, el de la Revolución Democrática
y Movimiento Ciudadano, que lleva por nombre “Frente ciudadano por México”
(FCM), por otra el partido en el poder con toda su plataforma propagandística,
además de quien según las encuestas preliminares ha ocupado la preferencia en la
intención de voto para encabezar la próxima presidencia, ya con nombre y apellido,
Andrés Manuel López Obrador (AMLO) del Movimiento de Regeneración Nacional,
sin dejar de mencionar a los candidatos independientes que para la futura contienda
electoral surgirán como opción para los votantes que están cansados de las
propuestas partidistas. Ante esta ya inminente baraja de candidatos nos
preguntamos, ¿Qué característica de poder deberá tener el próximo presidente de
México y qué tipo de poder deberá de ejercer?

Para identificar el tipo de poder que deberá presentar el futuro presidente de México
de acuerdo a lo que Joseph Nye (2008), describe al respecto, “…el poder no es más
que la habilidad para influir en otros para obtener lo que uno quiere, y para eso
precisa de una serie de herramienta…” Algunas de estas son herramientas de
coerción o de pago, que constituyen el poder duro y algunas herramientas de
atracción, que constituyen el poder blando.

Nye Joseph (2008) El poder inteligente. Harvard Business Review. Vol. 86 No. 11.
Con relación al poder duro se han identificado una serie de estrategias al interior de
los partidos, como la formación del Frente Ciudadano por México, en donde los
líderes de los partidos Acción Nacional y de la Revolución Democrática, Ricardo
Anaya Cortés y María Alejandra Barrales Magdaleno respectivamente, conformaron
la alianza a pesar de la oposición de varias facciones de sus partidos, lo que ha
causado una desbandada de varios de sus militantes internos de los cuáles
podríamos mencionar a Margarita Zavala Gómez, lo que evidencia hasta cierto
punto una ejecución de poder duro mal empleado de acuerdo con Nye. En este
sentido la decisión de Margarita Zavala representa un ejemplo de poder blando, en
donde con base a su imagen contenderá como candidata independiente.

Acerca del partido oficial tradicionalmente ha ejercido un poder duro, basado en su
plataforma de partido y con la ventaja de estar ejerciendo el poder en turno, de
hecho, podemos establecer que el Partido Revolucionario Institucional nació por y
para ejercer el poder duro sustentado en los más de setenta años que ha estado en
el poder.

Finalmente, en esta descripción preliminar de los presidenciables, encontramos a
Andrés Manuel López Obrador, que disfraza el poder duro de su arrogancia con el
blando de su carisma, lo cual le podría cobrar factura al final de la contienda.
¿Qué tipo de poder es el ideal?, en este sentido Joseph Nye comenta; “…se puede
decir que el poder blando es levemente preferible al poder duro porque le otorga
más libertad a la persona que a su objeto. Cuando se tiene la capacidad de combinar
el poder blando y el poder duro en la medida correcta estamos ante el poder
inteligente…”

Los aspirantes a la presidencia de México deben de trabajar en el poder inteligente
para lograr en este país el bienestar social que necesitamos, con el poder duro que
da la competitividad y el desarrollo de la economía y no uno blando basado en el
carisma y entusiasmo de su gente.

Es necesario reflexionar; surgirá entre los candidatos de los partidos o
independientes, uno que legitime el poder inteligente, o tendremos que recurrir a la
reciente baraja de candidatos independientes que más que una opción parecería
una desbandada de inconformes partidistas que han encontrado en las
candidaturas citadas, una forma de acceder a sus aspiraciones obsesivas de llegar
a ser candidatos a la presidencia de la república, ayudado por los medios a los que
hemos hecho referencia.

La baraja está en el aire y de los ciudadanos depende la elección del futuro
presidente de México – líder blando, duro o inteligente-, el adjetivo no importa lo
realmente importante es el resultado para quitarle lo barroco a la legislación
electoral. Queremos un país con poder inteligente porque es gente inteligente la que
le tocará gobernar.

Trejo, R. (2017) ha investigado las Redes, señalando lo que se resume a
continuación: Es indudable que las próximas elecciones en México estarán muy
influenciadas por los medios de comunicación, tal como ha sucedido con
anterioridad. Se han convertido en manipuladores de las tecnologías de información
y comunicación (Tics), periódicos y televisoras, ya que la sociedad mexicana y
mundial con el bombardeo de noticias -falsas o verdaderas- las aceptan
ciegamente, es decir “se van con la finta”, se confunde y su ideología (si está
definida) se vuelve difusa e incierta para ejercer el derecho de voto, lo que no le
ayuda a distinguir, lo que está bien o está mal, esto constituye una condición previa
que dé la sociedad hacia la construcción de un mundo que sea algo mejor de lo que
es el presente.

Bibliografía utilizada para el artículo: La búsqueda de un líder con poder
Inteligente para presidente de México.

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1 Docente investigadora del Instituto Politécnico Nacional, ESCA Sto. Tomás. Miembro del SIN.
2 Profesor de Tiempo Completo de la Universidad Tecnológica de Tula-Tepeji.