Arena, cactus, reptiles, insectos nocturnos y zorros de piel brillante, son lo que caracterizan a la misteriosa «Laguna salada». No agua, no vegetación frondosa, para nada su nombre tiene que ver con su paisaje.
Es pues, el gran desierto que algún día fue mar. Esta depresión arenosa tiene una longitud de 60 kilómetros, comienza al suroeste del cerro El Centinela y se extiende hasta la sierra Cucapá y Sierra de Juárez, dentro del municipio de Mexicali.
Es el territorio más bajo que existe en el país, pues se encuentra a 12 metros bajo el nivel medio del mar. La última vez que la Laguna salada tuvo agua fue entre finales del los años 1970 y mediados de los años 80.
Según cuentan los historiadores, la Laguna Salada alguna vez tuvo agua, pero debido a todas aquellas cosas misteriosas de la naturaleza, se quedó seca.
A simple vista parece un lugar muerto y solitario, pero en los últimos años ha cobrado vida por turistas y organizaciones que encuentran en el sitio una singular belleza digna de representar el arte.
Grandes eventos, películas, emblemáticas fotografías ocurren en la Laguna Salada.
El tenor italiano, Luciano Pavarotti, usó La Salada como escenario en el 2003. Más de 50 mil personas asistieron al evento Pavarotti sin fronteras.
Además, ha sido set de locación para diversas grabaciones provenientes de Estados Unidos. Varias escenas de la película Resident Evil: Extinction se grabaron ahí, también se grabó un episodio del programa Curiosuty.
Aquí se han llevado a cabo algunas ediciones del evento llamado “Ultramaratón en el desierto de la Laguna Salada”.
Pero además de su muy peculiar y misteriosa belleza, esta zona guarda muchos otros secretos…
De acuerdo con el blog Leyendas de Tijuana, las personas más longevas que conocen la Laguna Salada, cuentan que los que conocían muy bien el área, al practicar senderismo, miraban cómo el viento desenterraba esqueletos.
Invasores
Los viejos decían que fueron invasores orientales que llegaron a Baja California en balsas por el pacífico y en tren por Estados Unidos. Al llegar encontraron un pueblo que ya no quería ser invadido y lucharon junto a un ejército en un mundo de guerra. Invasores abatidos eran llevados por el mismo ejército a la Laguna Salada para tirarlos en esta zona desértica.
Migrantes
Otros tantos cuentan que todas esas osamentas pertenecían a migrantes que llegaban a estas tierras, y sin conocer el área, se transportaban a pie de Tijuana a Mexicali, y sorprendidos por las inclemencias de las temperaturas, fallecían en el trayecto; sus cuerpos fueron cubiertos por la arena al paso de los años.
Hijos perversos
Hay otras versiones que señalan que una una época hermética y «pura», los padres que no toleraban a sus hijos perversos, los abandonaban en la Laguna Salada con engaños; se los llevaban en un falso puritanismo y ahí los dejaban a su suerte, hasta que la muerte les llegaba. Eso era en los años de 1920, época en la que según, no había remedio mas que sacrificar a aquellos descendientes que no podía regenerarse.
Soldados caídos
Otras historias señalan que a fines del siglo pasado, el ejército mexicano puso en práctica un ejercicio en el desierto tomando como partida la Laguna Salada. Sus dirigentes no conocían la crueldad de esta zona y el pelotón se extravió. Por varios días los soldados lucharon por sus vidas, hasta que murieron por la patria.
¿Será verdad?, ¿Serán sólo creencias o leyendas?… Lo que sí es seguro, es que La Laguna Salada, sólo con verla emite una imagen de intriga que muchos artistas aprovechan para su expresión, muchos deportistas la aprovechan para sus actividades, y muchos historiadores investigan los secretos que guarda este mar de arena.