La cuenca del Río Tijuana es una zona de recreación, rica en flora y fauna, pero también el destino de toneladas de basura, llantas y miles de galones de aguas negras que llegan desde México.
El tema ya llegó hasta un comité especial del senado estatal de california, y por la urgencia, también se aprobó un fondo de $2.1 millones para realizar un estudio en la zona, así como un plan de acción. “Para empezar a corregir eso, y yo espero en un año o dos que muchos de esos problemas se solucionen y no tengamos que estar aquí hablando de eso”, dijo Ben Hueso, senador estatal de California.
Del lado americano, el mayor reto es la planta tratadora de agua que en días normales procesa hasta 5,000 galones de aguas residuales provenientes del Río Tijuana, el problema es que en invierno el flujo incrementa y rebasa su capacidad.
Del lado mexicano se necesitarían por lo menos $27.5 millones para rehabilitar 5 proyectos en conectores de drenaje, que podrían acabar con el problema. Ya hay una solicitud ante el Banco Interamericano de desarrollo para realizar el proyecto.
El senador de la República de Baja California dijo acerca de la relación binacional que “No presupongamos que hay interés de un lado frente a otro, sino que la región en cuanto a agua y medio ambiente no tiene nación”.
“Esta es una cuenca muy importante ecológicamente y yo quisiera que tanto el gobierno nuestro que es tan culpable como el gobierno de México, yo quisiera que juntos lo hagamos una prioridad”, concluyó Hueso.