¿Recuerdas cómo aprendiste lo que sucede durante la fecundación? Seguramente un profesor o alguno de tus padres te explicó que se trata del momento en el que un espermatozoide, entre millones, logra penetrar un óvulo. Incluso pudieron mostrarse imágenes o dibujarte este proceso, sin embargo, no se trata de algo fácil de concebir.
Te imaginas, ¿qué habría pasado si te lo hubieran explicado al estilo de tus películas favoritas? ¿Crees que te habría sido más fácil de comprender? Don Ingber, fundador y director del Instituto Wyss para la Ingeniería inspirada por la Biología de la Universidad de Harvard, en Estados Unidos, piensa que sí. Por ello, decidió crear el video educativo The Beginning (El Inicio), inspirado en la saga Star Wars.
Este corto, realizado con ayuda de Charles Reilly, científico del mismo Instituto, sustituye las naves X-wings de los rebeldes con espermatozoides y a la Estrella de la Muerte con un óvulo, todo esto con el objetivo de lograr un producto entretenido y, al mismo tiempo, preciso a nivel científico, según explicó Ingber en un comunicado.
“Siento que hay una gran desconexión entre la ciencia y el público porque en las escuelas nos obligan a memorizar de forma mecánica cuando, por definición, si puedes memorizarlo, no es ciencia”, dijo el experto. “La ciencia es la búsqueda de lo desconocido. Tenemos una responsabilidad de comunicarnos con el público y transmitir esa emoción por la exploración y el descubrimiento. La industria del cine, por ejemplo, es muy buena haciendo eso”.
Para crear The Beginning fue necesario combinar un software de animación —como el que se utiliza en algunas de las películas de Star Wars—, con uno de simulación de dinámicas moleculares. Este fue el resultado:
Un descubrimiento accidental
Uno de los logros más importantes de este video es la representación del axonema del espermatozoide, una compleja estructura de microtubos, columnas y pares de moléculas que se extiende por toda la cola del organismo. En The Beginning podemos ver cómo éste se dobla y se estira para permitir que la célula reproductora masculina se desplace.
Si nos acercamos un poco más, como sucede en el corto, podemos ver que este sistema contiene también filas de proteínas de motos conocidas como dineínas, las cuales se mueven de forma sincronizada. Fue ahí en donde, tras entrelazar la ciencia con el arte, los autores de este video descubrieron un nuevo proceso.
El equipo del Instituto Wyss se dio cuenta de que una región específica de las molécula de dineína se mueve cuando se le aplica fuerza en un punto de quiebre, como cuando se rompe un enlace químico y se libera energía. Tal dinámica no se había visto nunca antes.
Este descubrimiento, junto con los detalles de la producción del video, fue publicado el 18 de octubre en la revista ACS Nano.