Estados Unidos aumentó las tensiones en las negociaciones para renovar el Tratado de Libre Comercio de América del Norte al insistir en que cualquier nuevo pacto debería tener una cláusula de caducidad de cinco años, dijeron el jueves dos fuentes conocedoras de la situación.
México y Canadá se oponen con firmeza a esa cláusula, al igual que a otras presentadas por Estados Unidos, que incrementó la incertidumbre respecto al futuro del acuerdo.
Los funcionarios, que pidieron no ser identificados por la confidencialidad de las conversaciones, dijeron que los negociadores estadounidenses propusieron el tema formalmente a última hora del miércoles, en la cuarta de las siete rondas programadas para modernizar el tratado de uno de los mayores bloques comerciales del mundo.
Las fuentes calificaron la atmósfera de las conversaciones como “horrible” y tensa.
El Gobierno del presidente Donald Trump sostiene que la cláusula, que haría expirar al TLCAN cada cinco años salvo que los tres países acuerden su continuidad, es para asegurar que el acuerdo no quede obsoleto.
Pero México y Canadá insisten en que no tiene sentido actualizar el pacto con una amenaza de ese tipo en el horizonte, y argumentan que ese punto podría dañar las inversiones porque genera incógnitas sobre el futuro del acuerdo.
“Es una fuente de incertidumbre”, dijo uno de los funcionarios familiarizados con los detalles de las negociaciones.
El secretario de Hacienda de México, José Antonio Meade, dijo que su país apuesta a una renegociación, pero que también está identificando medidas arancelarias y mercados sustitutos en caso de que las negociaciones no prosperen.
AUTOMÓVILES, OTRO TEMA DELICADO
Trump dice que el TLCAN ha sido un desastre para Estados Unidos y ha amenazado varias veces con retirar a su país del acuerdo a menos que se produzcan grandes cambios.
Empresarios sostienen que abandonar el acuerdo generaría caos ya que interrumpiría la cadena transfronteriza de suministros y elevaría los impuestos a los productos agrícolas. El comercio entre los tres países se cuadruplicó con el TLCAN y actualmente supera los 1,2 billones de dólares al año.
Estados Unidos también busca elevar el porcentaje de contenido de su país que deben llevar los autos para que califiquen como producto libre de impuestos, y eliminar un mecanismo de solución de disputas que Canadá insiste debe mantenerse en el acuerdo.
Algunos observadores dijeron que con las demandas de Estados Unidos, es difícil ver cómo las partes podrían llegar a un acuerdo.
El miércoles, Trump reiteró su advertencia de que podría acabar con el pacto y dijo que estaba abierto a hacer un acuerdo bilateral con Canadá o México si fracasaban las negociaciones a tres vías.
Canadá y México quieren que sus empresas puedan concursar en más licitaciones de los gobiernos estatales y federales de Estados Unidos, pero eso choca con la agenda de “Compre estadounidense” de Trump.
Los negociadores estadounidenses han contestado con una propuesta que le otorgaría a los otros países menos acceso, dicen fuentes familiarizadas con las conversaciones.
En el tema de las reglas de origen de los autos, los negociadores enfrentan demandas de Estados Unidos de aumentar el contenido regional de los vehículos a un 85 por ciento desde el 62,5 por ciento, con exigencia de un 50 por ciento de contenido estadounidense, según personas informadas sobre el plan.
Sin embargo, un estudio publicado el jueves mostró que se podrían perder hasta 24,000 empleos en el sector de autopartes estadounidense si las renegociaciones llevasen a requerimientos por contenido más altos porque algunas firmas podrían renunciar a los beneficios del TLCAN y comprar más componentes a otros países.
El secretario de Comercio estadounidense, Wilbur Ross, defendió el miércoles la propuesta de contratos públicos de su nación, que dijo se basó en los tamaños relativos de los mercados en los tres países.