Estados Unidos y México anunciaron el pasado 27 de septiembre un acuerdo para preservar el sobreexplotado río Colorado, en lo que invertirán millones de dólares para aplicar proyectos ambientales y de conservación.
Además establecerán planes para hacer frente a períodos de escasez en medio de sequía y cambio climático.
Estados Unidos se comprometió a invertir 31.5 millones de dólares en infraestructura hidráulica en México, como revestir las acequias con concreto para reducir las filtraciones y mejorar el equipo de irrigación para que utilice menos agua.
El agua ahorrada sería compartida por los usuarios de ambas naciones, así como en proyectos de restauración ambiental.
Además, el acuerdo asigna hasta 260 millones de metros cúbicos (210 mil acres-pie) de agua a proyectos ambientales. Una familia estadounidense promedio cubre sus necesidades con mil 200 metros cúbicos (un acre-pie) de agua al año.
Las dos naciones, junto con una coalición de fundaciones caritativas, acordaron contribuir con 18 millones de dólares en total para conservación, investigación y monitoreo ambiental.
El acuerdo por nueve años es una modernización del tratado de 1944 que regula cómo los gobiernos de Estados Unidos y México comparten y administran el río, el cual fluye a través de los dos países. También amplía una enmienda de 2012 que expira al término de este año.
Los detalles del nuevo acuerdo fueron anunciados en una conferencia en Santa Fe, Nuevo México.
El río Colorado es vital para el suroeste de Estados Unidos y para el noroeste de México. Suple de agua a cerca de 40 millones de estadounidenses y a 16.300 kilómetros cuadrados (6.300 millas cuadradas) de campos agrícolas tan sólo en Estados Unidos. Las cantidades de México no estaban disponibles por el momento.
El río tiene su origen en las montañas de Colorado y recorre 2.250 kilómetros (mil 400 millas) hasta los estados de Sonora y Baja California, en México.
“Este acuerdo provee más certidumbre a las operaciones de agua en ambos países y sobre todo establece un instrumento de planificación que permite que México defina las acciones más adecuadas para administrar las aguas del río Colorado”, dijo Roberto Salmón, el representante de México en la Comisión Internacional de Límites y Aguas.