El impacto en la inflación y en el crecimiento de la economía mexicana por el sismo del pasado 19 de septiembre será reducido y poco perceptible.
Se estima que podría recortar una o dos décimas al PIB de 2017, estimaron economistas de Santander, Scotiabank, Citibanamex y de Banco Base.
La afectación por los días que se pararon las labores y los daños a la infraestructura serán compensados por el gasto en la reconstrucción y por las donaciones, auguran los especialistas de Santander. Así, enfatizan que mantienen su proyección de crecimiento del PIB en 2.5 por ciento para 2017.
Esto contrasta con el costo de, 2.1% del PIB que provocó el terremoto de 1985. Además, debido a las costosas labores de reconstrucción, disparó la deuda de 70 a 97.4% del PIB.
No obstante, para el siniestro ocurrido en 2017, los economistas de Santander explican que:
Nuestro supuesto principal es que las actividades económicas en la zona están regresando a la normalidad y en la mayor parte de los casos no fue interrumpida”.
TRANSITORIO
Los economistas de Scotiabank mencionan que “en principio nos inclinamos a pensar que (los efectos del sismo) serán transitorios y poco perceptibles, tanto sobre el crecimiento como la inflación”.
Los de Santander consideran que la infraestructura productiva no ha resultado afectada más que en forma marginal y en todo caso muy localizada. No obstante, estiman que hay afectaciones significativas en hogares e instalaciones sociales (hospitales y escuelas) en algunas zonas de la Ciudad de México, Puebla, Morelos y el Estado de México.
Los impactos en el crecimiento del PIB parecen moderados y de corto plazo. En el mediano plazo la tendencia de la economía no se ve modificada e inclusive será favorecida por los trabajos de reconstrucción y el gasto de ‘apoyo’ y las donaciones efectuadas por la sociedad”, recalcan.
