Hay tantas variedades de vinos como gustos, y aunque no se necesita ser un experto para poder disfrutar de una copa, existen formar de determinar qué hace a un vino uno excepcional. Una de estas formas son los concursos internacionales que reúnen a grupos de expertos para que mediante el sistema de cata a ciegas, otorguen medallas a los que consideran los mejores.
En una cata a ciegas, los expertos calificados prueban varios vinos sin etiqueta, sin nombre y sin saber muchas veces su procedencia, y luego los califican basándose nada más que en su objetividad. Uno de estos concursos es el Berliner Wine Trophy, que desde su aparición en el año 2004 se ha convertido en el concurso de cata internacional de vinos más grande e importante de Alemania. El jurado internacional de expertos degusta a puerta cerrada más de 6,200 vinos selectos con base en las normas del arte de la cata.
Con una competencia tan grande, el que los vinos Campillo Gran Reserva en sus añadas 2009 y 2010 hayan recibido la medalla de oro, es un verdadero motivo de orgullo, además de que habla del compromiso con la excelencia de Bodegas Campillo, representante de los mejores vinos riojanos.
Son tintos que hipnotizan los sentidos con su intenso color rojo cereza y con matices rubí, su aroma complejo con notas de fruta negra madura, especias y roble, y su paso por boca amplio, carnoso y con buena estructura. Campillo es ideal para acompañar carnes como bife de chorizo, filete mignon o platillos como magret de pato en salsa agridulce y pollo a las brasas.
Ganadores de la misma presea están también el Faustino Icon 2011, el nuevo y moderno integrante de Grupo Faustino producido con uvas Tempranillo y Graciano, un riojano calificado como excelente. Compartiendo el sitio de honor están Faustino I Gran Reserva 2005, Faustino V Reserva 2012 y Faustino VII Tinto 2015, pero el mayor reconocimiento es para Faustino I 75 Aniversario Reserva 2008, galardonado con la medalla Gran Oro, la máxima de las preseas y que sólo unos cuantos afortunados ganan. La calidad de Grupo Faustino quedó clara durante la premiación, pues Bodegas Portia, otro de sus integrantes, recibió la medalla de oro por su Portia Prima 2014.
El que un vino sea premiado en el Berliner Wine Trophy es una promesa de calidad y satisfacción. Los vinos se dividen y premian en subgrupos, y por sus altos estándares sólo el 30% de los vinos que compiten logran reunir las cualidades suficientes para ganar una medalla. Este concurso se celebra bajo el patrocinio de la Organización Internacional de la Viña y el Vino (OIV) y la Unión Internacional de Enólogos (UIOE), haciendo que los vinos que obtienen una medalla merecen ser descubiertos.