Hablar de gastronomía mexicana es hablar de historia, de sabores, momentos, texturas y de una fusión de culturas, todo un mestizaje culinario. Esta riqueza gastronómica al ser acompañada de una manera muy peculiar con los vinos Riojanos se muestra de una forma especial en el paladar.
La Denominación de Origen Calificada Rioja es ideal porque nos permite hacer un maridaje de celebración, los vinos blancos, tintos y rosados balancean su intensidad para unificarse con nuestro platillo, es así como nos lo demostraron el pasado martes 23 de mayo en uno de mis restaurantes favoritos “Hacienda de Los Morales”, este maravilloso evento fue nombrado Tacos y Vino con Rioja.
En el kiosco de este escenario de la antigua México había varios stands, el reto era encontrar el vino que armonizara perfecto con el taco y la salsa elegida; una estación de sabores por cada uno de los siguientes platillos: carnitas, villamelón, chilorio, camarón, suadero, barbacoa, canasta y los imperdibles tacos al pastor.
Para hacer la labor más fácil, tres de los mejores sommeliers de México hicieron los maridajes sugeridos: Claudia Ibarra, Marcos Flores y Pilar Meré propusieron en una tarjeta lo que para su paladar era la graduación alcohólica y la intensidad aromática que debía acompañar a cada uno de estos deliciosos tacos. Los asistentes servían el taco de su elección y en ese mismo lugar estaban los vinos recomendados, así es como comenzaba el viaje de sensaciones que podían experimentar con un vino o varios, taco a taco, hasta acabar con las ocho variedades de estos, lo que era una cadena de infinitas posibilidades gustativas.
Uno de mis consejos para lograr el equilibrio que buscamos al maridar es poner especial atención a la textura, las sensaciones de dulce, salado, ácido, amargo que nos produce la comida, a veces son más importantes que los sabores mismos, por lo que hay que cuidar el equilibrio del vino y del plato. Las bases para un perfecto casamiento se sustentan en ingredientes y elementos que definen la personalidad de un platillo y de un vino conjugándolos en uno mismo.
Con un toque especial, Rioja nos demuestra que sus vinos se pueden combinar absolutamente con todo, inclusive con aquellos típicos tacos mexicanos que encontramos en prácticamente cualquier lugar. Así es el vino riojano, te reconcilia con esencias que creías dormidas como la creatividad, la imaginación y la capacidad de disfrute.