Namibia es un país de contrastes, donde se admira desde un desierto de arena roja, pasando por las dunas más grandes del planeta, hasta gigantescas sabanas con vegetación. En este fantástico reino se encuentra el Etosha National Park, que desde 1907 ha convertido sus 22,270 km² en una de las reservas africanas más importantes al ser hogar de más de 114 especies de mamíferos, 110 especies de reptiles, 16 especies de anfibios y 340 especies de aves. Dentro del parque también reinan los contrastes, pues hay pastizales, diferentes especies de árboles y lo más impactante, una enorme formación en cacerola de 4731km² que pareciera extenderse al infinito. Este desierto de finos cristales de sal es el remanente de lo que hace cientos fuera un lago, y puede contemplarse desde el espacio.
A poca distancia de este majestuoso recinto de vida salvaje, se encuentra el Mushara Lodge, creado para descubrir África desde otra perspectiva, una donde la naturaleza y el confort conviven sin problemas. La intimidad del lodge logra que se conviva como en una gran familia, arropada por una decoración ecléctica mezcla de las comodidades modernas y de las raíces culturales africanas, creando un muy espacioso, tradicional y a la vez lujoso alojamiento.
Para disfrutar de la vida salvaje como los grandes aventureros, en Mushara Lodge hay una biblioteca con excelentes títulos, cuya lectura se acompañada de los famosos vinos africanos de su cava, o incluso, bajo el tibio crujir de la chimenea durante las frescas noches de invierno. A pesar de estar en un caluroso desierto, las comodidades no escasean. Sus enormes chalets están equipados con todos los detalles para consentir a los aventureros, con detalles como aire acondicionado, mini bar, cafetera, enormes baños y camas de las mil y una noches envueltas en velos.
Como habitantes permanentes de Mushara Lodge está la gran cantidad de animales en libertad que se admiran durante los recorridos en los jeeps. El contacto con los elefantes es formidable, al verlos pastar en manadas por las praderas; es simplemente impactante ver a los leones descansando bajo el resguardo de alguna sombra, o pasar junto a los chacales de espalda negra sin que pongan atención a los humanos. Un espectáculo sorprendente es poder admirar la cantidad de especies de animales que pueden llegar a compartir los estanques de agua, muy escasa en este lugar. Desde familias de cebras, hasta jirafas e impalas, todos con la vista aguzada y los sentidos atentos, aplacan su sed al mismo tiempo, regalando sin saberlo un verdadero deleite para los viajeros.
El viaje hasta Mushara Lodge nos recuerda cuáles son los valores más importantes de la vida, aquéllos que nos llenan de felicidad y paz infinita. Los viajes se complementan con las historias, costumbres y leyendas que los guías comparten, complementando las sorpresas del recorrido, un momento mágico que sobresalta al corazón.