Republicanos y demócratas alcanzaron este domingo por la noche en el Congreso un acuerdo presupuestario de 1 billón de dólares destinado a financiar las operaciones diarias de prácticamente todas las agencias federales hasta septiembre, que no incluye la partida para la construcción de un muro fronterizo y rechaza los recortes a programas nacionales de investigación médica y subsidios.
Los asesores de los legisladores involucrados en las conversaciones anunciaron el acuerdo tras semanas de negociaciones, según adelantan las agencias AP y AFP, así como el diario The Washington Post, citando a estas fuentes.
El proyecto de ley de gastos generales será la primera pieza importante de la legislación bipartidista para avanzar en la presidencia del presidente Donald Trump.
El Congreso votará los próximos días el paquete de medidas que, según los asesores, incluye 1,500 millones de dólares para incrementar la seguridad fronteriza, pero ninguna financiación para un muro, informa AFP.
También agrega 2,000 millones previstos para las instituciones nacionales de salud y se espera un incremento de los gastos militares, con un anticipo de 15,000 millones de dólares a su solicitud para fortalecer el ejército.
De aprobarse la medida se vitará una parálisis del gobierno federal, puesto que el acuerdo permite mantener las operaciones federales funcionando hasta el 30 de septiembre, el final del calendario fiscal actual.
Sin fondos para el muro
Trump hizo del muro fronterizo con México su bandera durante la campaña presidencial. El mandatario aseguró que sería el país vecino el que pagaría por las 2,000 millas de muro por construir, una demanda que los líderes mexicanos han rechazado en repetidas ocasiones.
La administración buscó alrededor de $1.4 mil millones en dólares de los contribuyentes estadounidenses para el muro y los costos relacionados en la factura de gastos, pero Trump más tarde cedió y dijo que el asunto podría esperar hasta septiembre.
La medida rechaza las propuestas de la Casa Blanca para cortar programas populares como el financiamiento de investigación médica y subsidios para el desarrollo comunitario. Los dirigentes de los republicanos se opusieron a intentar utilizar la factura de gastos obligatorios para «desmantelar» Planned Parenthood.
El presupuesto para construir el muro, la principal discrepancia entre el gobierno de Trump y el Congreso /Univision
El Congreso liderado por los republicanos evitó una paralización del gobierno federal por falta de financiamiento el viernes al votar por una iniciativa que dio otra semana a los legisladores para trabajar sobre el presupuesto.
«Este acuerdo es un buen acuerdo para el pueblo estadounidense, y deja la posibilidad de una parálisis del gobierno fuera de la mesa», señaló el líder de la minoría demócrata en el Senado, Chuck Schumer, en un comunicado.
«La ley asegura que los dólares de los contribuyentes no sean usados para financiar un muro fronterizo inefectivo, (…) e incrementa inversiones en programas por los que la clase media se preocupa como la investigación sanitaria, la educación y las infraestructuras», agregó.
Trump presentó un presupuesto parcial para 2018 en el que prometía un incremento de 10% de los recursos al Pentágono, que se financiaría con recortes a la asistencia exterior y otros programas ajenos a la defensa que los negociadores protegieron en la medida.
Si bien el presupuesto tiene un marcado giro hacia objetivos más conservadores, según el Post, los demócratas forzaron la retirada de más de 160 medidas políticas no relacionadas, entre otras, las que hubieran recortado el financiamiento a medidas medioambientales y las que promovían reducir las regulaciones financieras a Wall Street.
La medida también prevé una restitución de 68 millones de dólares a la Ciudad de Nueva York y otros gobiernos locales por los gastos derivados de la protección a la Torre Tump y otras propiedades, según AP, una prioridad de legisladores como la representante demócrata de esta ciudad Nita Lowe.
La Cámara de Representantes y el Senado tienen hasta el viernes, 5 de mayo para enviar el proyecto de ley sobre gastos al presidente Trump, después de la extensión aprobada la semana pasada, y evitar la paralización del Gobierno federal.