El balance de los primeros 100 días de la presidencia de Donald Trump muestra saldos negativos que han afectado su popularidad y exhiben la complejidad del proceso de gobierno en Estados Unidos.
La calificación de su desempeño indica que tiene 52.5 por ciento de desaprobación, lo cual es significativo a unos cuantos días de su primera gran rendición de cuentas al interior del sistema político de esa nación, afirmaron académicos de la UNAM.
Jesús Gallegos Olvera, de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales (FCPyS), mencionó que esos resultados demuestran la inexperiencia política y actitud errática de Trump, y son ejemplo de la reacción de actores locales que constituyen una oposición al triunfalismo que el mandatario ha intentado mantener con acciones de fuerza y discursos tendientes al populismo conservador.
El balance negativo, abundó, está expuesto en los fracasos a partir de decisiones judiciales, la más reciente a cargo de un juez de San Francisco, que revocó la acción ejecutiva vinculada a disminuir los fondos federales a las llamadas “ciudades santuario” para los migrantes.
El universitario refirió que las órdenes ejecutivas de Trump suman más de 60; eso significa que él ha tenido 60 por ciento más acciones de ese tipo en comparación con las presentadas (en los últimos 20 años) por los presidentes Clinton, Bush y Obama; además ha hecho, a partir de esas ordenanzas, una forma de gobierno.
Muestra de su impopularidad es que de sus 482 tweets, los que han tenido mayor impacto entre los seguidores son los del inicio de su gestión, y uno referente al Super Bowl. Los más importantes fueron, en febrero, uno relacionado con Irán; en marzo, con Siria; y en abril, con la situación en Corea. “Si se les da un seguimiento objetivo, el saldo en su impacto mediático y real también es negativo”.
En la conferencia de prensa “Los 100 primeros días de Donald Trump en la presidencia de Estados Unidos. Balance y perspectivas”, Gallegos Olvera opinó que los escenarios que podemos esperar desde México tienen que ver con el tema migratorio y comercial; al respecto se tendrán que discutir los intereses nacionales en un ámbito bilateral.
En los próximos meses la reacción del mandatario estadounidense podría ser potencialmente autoritaria; un segundo escenario sería el impase, donde esperaría hasta el fin de año para dar cuenta del financiamiento para construir el muro fronterizo; y un tercero sería un constante declive de los resultados presidenciales.
“Considero que el más viable será el segundo, un viraje pragmático, de repliegue, de adecuaciones a tiempos políticos, y ya no con el imperativo de dar resultados como los que se esperaban en estos 100 días”.
No creo, remarcó, que el ejercicio autoritario de fuerza que caracteriza el discurso de Trump pueda mantenerse los cuatro años de su gobierno.
En su oportunidad, Silvia Núñez García, directora del Centro de Investigaciones sobre América del Norte (CISAN), dijo que se piensa que la manera en cómo se ha conducido el presidente de EU en los primeros 100 días será un buen termómetro para lo que resta de su gestión.
La también profesora de la FCPyS mencionó que en este lapso de tiempo ha firmado alrededor de 66 órdenes ejecutiva de distinta índole; para México, los temas más notables han sido el Tratado de Libre Comercio y el muro.
Además, ha tomado acciones inéditas en términos de involucrar a sus familiares directos en la toma de decisiones y como actores trascendentales de su gestión. Y en los medios de comunicación estadounidenses han aparecido notas relevantes, como la del periódico The New York Times, titulada: “100 días de horror”.
En la sala Lucio Mendieta y Núñez, la experta consideró que Trump tiene un reto mayúsculo, relacionado con el tema del presupuesto, y que será su prueba de fuego frente a los ciudadanos de la Unión Americana.
En ese rubro, las “ganadoras” serían tres áreas: homeland security, veteranos y el Departamento de Defensa; es decir, los vinculados al ámbito de la seguridad, el cual se ha reforzado. En tanto, el medio ambiente es el que pierde más recursos dentro de la distribución.
Para la directora del CISAN, el gobierno mexicano no tiene más que seguir adecuándose a los tiempos que el vecino establece para la renegociación del TLC. Entre los empresarios hay confianza en que será favorable para los intereses de ambos territorios.
Se considera que México debería contar con la solidaridad de otros países, pero eso es imposible, porque EU es aún el actor preeminente en el escenario internacional, y las naciones deben poner por delante su propia agenda. Por ello, finalizó Núñez García, “la solidaridad se debe construir dentro de Estados Unidos y tender puentes más allá de la comunidad de mexicanos o méxico-americanos; esa es todavía una asignatura pendiente”.