Tijuana continúa elevando el número de trabajadores en condiciones de informalidad laboral y al cierre del 2016 la cifra promedió 270 mil 582, lo cual representó 13 mil 329 más que el año anterior.
Si bien la tasa de desempleo se redujo a de 4.1 a 3.1 por ciento en promedio anual, la realidad es que lo mismo que sucede a nivel estatal, son los informales los que están moviendo a la baja ese indicador. En este sentido cabe señalar que los informales laborales tienen vínculo con el sector formal, pero carecen de prestaciones sociales, pero se suman al grupo de informales puros, quienes al cierre del año pasado crecieron en 4.4 por ciento.
De esta manera el promedio anual para este último grupo pasó de 140 mil 533 a 146 mil 669, ubicándose en los niveles más altos de los últimos cuatro años.
Asimismo, otra variable que llama la atención es que los ocupados promedio anual que laboran más de 48 horas se elevaron a 199 mil 943, mientras que quienes ganan más de cinco salarios mínimos, el promedio se redujo de 53 mil 585 a 48 mil 775 personas.
De esta manera Tijuana es víctima de una economía local estancada, que se mueve con inercias como la de los ingresos que inyectan los residentes ocupados legalmente en Estados Unidos que con más de 40 mil en el último trimestre del año, han repuntado en su participación , así como la creciente captación de remesas que superó los 377 millones de dólares el año pasado.
Finalmente, cabe recordar que el sector formal no está respondiendo a las demandas salariales de los tijuanenses, quienes incluso han abandonado los empleos en la Industria Maquiladora ante lo pírrico de los salarios y una inflación asfixiante, como lo ha documentado el INEGI.