La depresión es la principal causa de problemas de salud y discapacidad en todo el mundo. Según las últimas estimaciones de la Organización Mundial de la Salud (OMS), más de 300 millones de personas viven con depresión, un incremento de más del 18% entre 2005 y 2015. La falta de apoyo a las personas con trastornos mentales, junto con el miedo al estigma, impiden que muchos accedan al tratamiento que necesitan para vivir vidas saludables y productivas.
Las nuevas estimaciones se han publicado como anticipo previo al Día Mundial de la Salud el 7 de abril, el punto más alto de la campaña anual de la OMS «Depresión: hablemos». El objetivo general de la campaña es que cada vez más personas con depresión, en todo el mundo, busquen y obtengan ayuda.
La doctora Margaret Chan, directora general de la OMS, dijo: «Estas nuevas cifras son un llamado de atención a todos los países para que reconsideren sus enfoques sobre la salud mental y la traten con la urgencia que merece».
En las Américas, cerca de 50 millones de personas vivían con depresión en 2015, alrededor del 5% de la población. «La depresión nos afecta a todos. No discrimina por edad, raza o historia personal. Puede dañar las relaciones, interferir con la capacidad de las personas para ganarse la vida, y reducir su sentido de la autoestima», señaló la Directora de la Organización Panamericana de la Salud (OPS), Carissa F. Etienne. Sin embargo, dijo, «incluso la depresión más grave se puede superar con un tratamiento adecuado”.
Una de las barreras para buscar tratamiento son los prejuicios y la discriminación. «El continuo estigma asociado con la enfermedad mental fue la razón por la que decidimos nombrar nuestra campaña Depresión: hablemos», sostuvo el director del Departamento de Salud Mental y Abuso de Sustancias de la OMS, Shekhar Saxena.
En México:
En México, alrededor de 10 millones de personas padecen depresión, si este mal no se detecta y trata a tiempo puede desencadenar adicciones, actos de autodestrucción y hasta el suicidio, de acuerdo con especialistas.
En 2014, el Inegi resaltó que un grupo afectado por este mal fueron los menores de 10 años de edad, indicando que 34.8 millones declararon haberse sentido deprimidos y “sin salida” en la Encuesta Nacional de Hogares (ENH, 2014). Además, la Encuesta Nacional de Epidemiología Psiquiátrica (ENEP) señaló a nuestro país como uno de los de mayor prevalencia de enfermos clínicos reportados y en el que la depresión es la primera causa de discapacidad laboral.
De acuerdo con el presidente de la Asociación Psiquiátrica Mexicana (APM), Enrique Chávez-León, la mitad de las personas que padecerá depresión a lo largo de su vida tienen su primer episodio antes de los 24 años de edad, detalla Forbes. Y según los datos de esta institución, el 39 por ciento de los adolescentes mexicanos presenta algún trastorno de estado de ánimo —incluyendo depresión—, la mitad de ellos vuelven a tener otros en el futuro y éstos incrementan el riesgo de un tercero hasta en un 70 por ciento y así sucesivamente.
Esta enfermedad puede ser causa de factores hereditarios, pero también la desencadenan pérdidas, accidentes y sucesos traumáticos que producen cambios neuronales en los individuos. Lo que provoca dificultad para concentrarse, funcionar en el trabajo, controlar y dar respuesta a situaciones de estrés y/o ansiedad que deriva en que cualquier problema se convierta en una situación dramática y sin solución desde la perspectiva del enfermo.
Riesgos para la salud
La OMS ha identificado fuertes vínculos entre la depresión y otros trastornos y enfermedades no transmisibles. La depresión aumenta el riesgo de trastornos por uso de sustancias y enfermedades como la diabetes y las enfermedades del corazón; lo contrario también es cierto, lo que significa que las personas con estas otras condiciones tienen un mayor riesgo de depresión.
La depresión también es un factor de riesgo importante para el suicidio, que reclama cientos de miles de vidas cada año.
El doctor Saxena señaló: «una mejor comprensión de la depresión y cómo se puede tratar, aunque esencial, es sólo el comienzo. Lo que tiene que seguir a continuación es la ampliación sostenida de los servicios de salud mental accesibles a todos, incluso a las poblaciones más remotas del mundo».
La depresión es un trastorno mental frecuente, que se caracteriza por la presencia persistente de tristeza y una pérdida de interés en actividades que las personas normalmente disfrutan, acompañada de una incapacidad para llevar a cabo las actividades diarias, durante 14 días o más.
Además, las personas con depresión normalmente padecen varios de los siguientes: pérdida de energía; cambio en el apetito; dormir más o menos; ansiedad; concentración reducida; indecisión; inquietud; sentimientos de inutilidad, culpa o desesperanza; y pensamientos de automutilación o suicidio. Por lo anterior es indispensable buscar ayuda y atenderse con profesionales de la salud.
(Con información de Organización Panamericana de la Salud y Periódico Zócalo)