El gobierno de México enfrenta actualmente el problema de una falta de oficiales de comercio exterior para cubrir las operaciones que se realizan en las 49 aduanas del país, siendo esto un obstáculo para la agilización comercial.
Con base en datos al cierre del año pasado, la Administración General de Aduanas (AGA), perteneciente al Servicio de Administración Tributaria (SAT), contaba con tres mil 267 oficiales de comercio exterior.
La misma autoridad estima que existe una alta deserción de personal por las distintas dificultades que esta profesión presenta en la actualidad; pero, por otro lado, cada trimestre se gradúan unos 150 nuevos elementos de la academia de oficiales de comercio exterior, cubriendo de cierta manera la demanda necesaria.
Tenemos hoy realmente una falta de oficiales en las aduanas”, dijo Gerardo Suárez, titular de la Administración Central de Operación Aduanera, que depende de AGA.
La alta deserción que existe se deriva por el esquema de rotación que AGA realiza cada mes, es decir, 50 oficiales son trasladados a una diferente aduana, “para evitar que entren en zona de confort; o se corrompan en alguna aduana o para evitar riesgos de seguridad”, dijo.
Estas rotaciones se aplican en las aduanas de mayor riesgo como en la zona noreste del país, en estados como Tamaulipas y Chihuahua, donde incluso se ofrecen alojamientos permanentes para los oficiales dentro de las instalaciones de la aduana.
A lo anterior se suma el hecho de que la Secretaría de Hacienda y Crédito Público ha optado por congelar las plazas que los oficiales abandonan, por un tema de ahorro presupuestal, según Suárez.
Sin embargo, el SAT tiene un “as bajo la manga”, es decir, el Proyecto de Integración Tecnológica Aduanera (PITA) que se encuentra implementando en todas las aduanas del país servirá para contrarrestar esta carencia de oficiales de comercio exterior.
PITA prevé el aprovechamiento de la tecnología y, por ende, de disponer menos de la presencia humana, incluso del papeleo, en las aduanas, por ejemplo, en la atención en los módulos. Ahora los tractocamiones utilizarán un tag con lector RFID (radiofrecuencia), donde estará concentrada toda la información relacionada con la mercancía (agente aduanal, importador, transportista, etc.).
Una vez enviada esa información al centro de procesamiento electrónico de datos y, basado en un nuevo modelo de riesgo, se someterá a revisión o se le dará luz verde para continuar con su camino.
Por el momento, PITA iniciará operaciones a mediados de este año en las aduanas de Zaragoza (Ciudad Juárez) y en Otay (Tijuana), según estimaciones de la autoridad.