Esta semana se dio a conocer la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo que anualmente elabora el INEGI. Si bien las cifras no han cambiado mucho ya en un número sostenido de años, sí se reafirman 2 tendencias que nos deben de preocupar sobre el empleo en nuestro país:
- El empleo se está precarizando y la brecha social aumentando:
Se dio a conocer que casi de la mitad de los trabajadores en México, un 47%, ganan un promedio de $4,802.00 pesos al mes. Esto es, de uno o hasta dos salarios mínimos. En 2012, la proporción de personas que concentraban esas remuneraciones era equivalente a 44.2%, y entonces sumaban 21.5 millones. Hoy son 24.5 millones; de los cuales 3.4 millones no recibió ingresos por su actividad, 7.4 millones ganaron hasta un salario mínimo, y 13.6 millones percibieron más de uno y hasta dos salarios mínimos. Por el contrario, el número de empleos con mayores ingresos reportan una disminución en lo que va de la actual administración federal. El número de trabajadores que ganan más de tres salarios mínimos en el país pasó de 11.3 en 2012 a 10.3 millones al cierre de 2016. Su participación en el total de la población ocupada se desinfló de 23.2% a 19.3%.
La tendencia así es clara: Está bajando el ingreso real de los mexicanos de manera sensible, y está aumentando la brecha entre clases sociales, donde destaca que un 18% de la PEA se movió del rango de ingresos altos a ingresos precarios.
- La informalidad mantiene altos niveles a pesar de mayor fiscalización:
Si bien el Estado Mexicano ha hecho un enorme esfuerzo por recaudar más impuestos, alcanzando récords históricos en 2016, la realidad es que los resultados se explican por las aportaciones de los contribuyentes cautivos de siempre. Y es que el reporte da a conocer que los informales sumaron 29.8 millones de personas, una disminución apenas del 0.6% con respecto a 2015. Los trabajadores que no pagan impuestos representan así el 57.2% del total de la población ocupada, aportando el 23.7% del Producto Interno Bruto (PIB). Los trabajadores subordinados sin acceso a instituciones de salud y sin contrato ascendió a 16 millones (45% del total); en tanto que 13 millones (uno de cada tres) no cuenta con las prestaciones de ley, sin considerar el acceso a las instituciones de salud. Como consecuencia, el número de trabajadores en condiciones críticas aumentó al pasar de 6 millones al cierre de 2012, a 6.8 millones en 2016. La situación fue más crítica de informalidad se da fuera de la capital. Oaxaca lidera este ranking con un 82% de irregulares, seguido de Chiapas con 80%, Guerrero con 78%, Puebla con 74%, Hidalgo y Tlaxcala con 73% cada uno, y Michoacán con 72%.
Tenemos 52.1 millones de trabajadores en México, una fuerza laboral que pocos países en el mundo tienen. Tenemos récord de jóvenes, número de empresas, y contribuyentes cautivos. Si esta población no sale de la precariedad e informalidad hoy, mañana será una masa social sin ahorros, que no podrá ser sostenida en ninguna institución Estatal. Es un foco rojo.