Miles de mexicanos y de otros países que son deportados de Estados Unidos a la fronteriza ciudad de Tijuana cuentan con un consultorio móvil, único en el país, donde se les atiende de males físicos y anímicos.
Desde hace cuatro años, el Comité Internacional de la Cruz Roja y la Cruz Roja de Baja California comenzaron este proyecto, y convirtieron una ambulancia en un consultorio, explicó a Xinhua el doctor César Márquez Romero, responsable de la unidad.
Márquez Romero, a quien conocen como “el médico de deportados e indigentes”, cuenta con 36 medicamentos en el consultorio para cubrir unas 80 patologías.
Estamos preparados para aliviar el dolor, contracturas cuando fueron golpeados o asaltados. Tenemos diversos antibióticos gastrointestinales y también atendemos cuadros gripales o infecciones dermatológicas», explicó el médico mientras revisaba al hondureño Arturo Palacios, quien fue deportado hace un mes.
Arturo, quien perdió la pierna derecha en una riña en su país, explicó a Xinhua que fue deportado hace un mes al intentar cruzar a Estados Unidos.
Intenté cruzar al norte pero la Migra (autoridad migratoria) me agarró y pues ahora estoy acá esperando recuperarme para intentar de nuevo», subrayó el hondureño de 43 años.
De acuerdo con la indicación del médico, debe tomar pastillas antiinflamatorias y para el dolor por cinco días, un tratamiento que se le obsequió al término de la consulta.
El consultorio móvil trabaja determinadas horas en lugares fijos, principalmente, afuera de albergues, sitios que ya están perfectamente ubicados por los deportados que requieren el servicio.
La mayoría de los solicitantes son de Centro y Sudamérica, así como de Haití, quienes no cuentan con un servicio; sin embargo, los connacionales también pueden solicitarlo, pues «estamos para ayudarles», expresó Márquez Romero.
Al igual que Arturo, quien por las mañanas busca un trabajo eventual, otros 15 pacientes esperaron su turno dentro de un camión viejo al que convirtieron en sala de espera.
Es muy profesional el doctor, me ha curado de varias cosas y ahorita vengo por unas gotas para infección de ojos», declaró por su parte a Xinhua el migrante Carlos Rivas mientras aguarda su turno.
En la «sala de espera» unos ven películas en sus celulares y otros platican de lo difícil que será ahora su vida en Estados Unidos con el endurecimiento de las políticas del republicano Donald Trump.
Arturo, quien intenta sacar con las cuerdas de su guitarra las notas musicales que le inspiren una canción contra Donald Trump, resalta en sus versos la fuerza de los latinos frente al presidente estadounidense.
El trabajo del consultorio móvil ha sido cada vez más exitoso, de acuerdo con sus responsables, quienes reconocieron que ello se ha logrado por sus principios de secreto para no denunciarlos.
Márquez Romero aclaró que a ningún indocumentado se le trata de impedir su deseo de cruzar la frontera, pero como médico está obligado a curarlos y advertirles que lo más importante es estar en las mejores condiciones físicas y anímicas.