Durante el invierno, las cuatro montañas de Aspen, Snowmass, Aspen Mountain, Aspen Highlands y Buttermilk, ofrecen paisajes de ensueño y terrenos esquiables con una extensión de casi 1,348 hectáreas. Enclavado en este paisaje nevado y con preciosas vistas al bosque, está Aspen Meadows Resort, un santuario en el que se disfruta de la hospitalidad local, de la serenidad del ambiente y del viento frío que rompe el silencio.
Además de ser un destino reconocido por su nieve, Aspen también es famoso por sus restaurantes. No sólo se trata de ingredientes frescos y de sabores excepcionales, sino de agregar un toque de diversión y de elegancia, como los que se sirven en Hefner Lounge at the Meadows, se disfruta de platillos como paté de hígado de pollo servido en tostada con tomate, confite de pato, naranja china, rábano y salvia; o pastrami de cordero ahumado con madera de manzano, servido con miel de centeno, repollo amargo, queso gruyere y salsa mil islas.
Aclamado por su hospitalidad local y su servicio amigable, el restaurante Jimmy’s es el lugar para sentirse consentido y cómodo, como si fuese una extensión de la sala de nuestra casa. Es un refugio para todos los gustos y edades, en el que se disfruta de un menú fresco y cargado de la energía local, a la que contribuyen los muchos visitantes que buscan tener un lugar en las mesas.
Después de descubrir las montañas con actividades como la caminata con raquetas, trineos jalados por perros y tours en motonieve, en Jimmy’s se recuperan las energías para seguir con más aventuras. Jugosos cortes de carne, pescados frescos y verduras frescas, se transforman en deliciosos platillos, acompañados de tequila, mezcal o margaritas. Como entrada, están los mejillones al vapor con vino blanco, ajo y un toque de tomate picante; como plato fuerte, una buena opción es el filete mignon de carne certificada Angus, con puré de papas y vegetales de granja, o las tenazas de cangrejo azul con vegetables y arroz jasmine.
El auténtico filete Kobe se disfruta en Steakhouse 316, el restaurante para probar los mejores cortes de carne. Aquí, cortes como las costillas de cordero, el ribeye o el New York Strip, se sirven acompañados de guarniciones a elegir, como cebollas caramelizadas, costra de queso azul o cola de langosta, y salsas a elección como chimichurri, queso azul y mantequilla, salsa cremosa de rábano picante o mantequilla de trufa negra.
En su bar también se disfruta de una propuesta más ligera, como el sándwich de pescado con tomates, cebolla morada y papas, o la tártara de atún con pimienta verde, albahaca y crostini. Además, se puede disfrutar de sus especialidades en cocteles con nombres exóticos, como el Canario en la mina, el Espíritu de Lulú o el Resto es de terciopelo.
En Aspen, tan importante como la nieve es la cultura. El Museo de Arte de Aspen es un recinto donde la creatividad se presenta en varias formas, siendo la arquitectura del edifico en sí mismo una obra de arte que le brinda a la ciudad un toque diferente y muy actual. Sus espacios interiores son amplios, limpios y luminosos, tal como la vista panorámica de las montañas. Ubicado estratégicamente en una esquina, la fachada se compone de un entramado de largas tiras de madera clara, que resguarda a la estructura de vidrio y metal del edificio.
Sus exposiciones sorprenden con sus colores, formas y nombres. Interesantes e intrigantes, hay que acudir con tiempo para que, al igual que los platillos de los restaurantes, se admire y disfrute, sin prisas.