Poco a poco los migrantes extranjeros, principalmente haitianos y africanos que han llegado a Tijuana desde mayo de 2016, se incorporan a las actividades productivas, pues muchos de ellos ya agotaron sus ahorros ganados en las Olimpiadas de Brasil y otros más, saben que estarán varados en la ciudad fronteriza por al menos 5 meses.
Se les encuentra en la construcción, en el mercado de abastos, en las loncherías donde se les contrató para preparar los platillos criollos para miles de paisanos, en los talleres mecánicos y de carrocería que abundan en el centro de la ciudad, en los call center si dominan el inglés y en otros giros.
Algunos ya trabajan en hoteles de lujo como el Lucerna, cuya sucursal Tijuana está ampliando todo un edificio, o en obras menores y hasta en taquerías, donde preparan un platillo que, antes de llegar a territorio nacional no conocían ni comían: los tacos.
Atrás quedaron los días en que hombres de 1.90 de estatura y de más de 100 kilos de peso perdían el tiempo en los albergues que les acogieron durante las primeras semanas de esta oleada migratoria, pues si entre junio y julio del pasado 2016 solo tenían que esperar unas semanas para ser recibidos por un juez de asilo en Estados Unidos, hoy deben pasar casi medio año.
Y es que, durante la segunda mitad del 2016, por esta frontera han pasado unos 15 mil extranjeros, principalmente haitianos y africanos, pero otros provienen de Pakistán, Ucrania y otros 20 países.
Cuando el bolsillo se los permitió, alquilaron cuartuchos del primer cuadro de la ciudad a razón de 300 dólares mismos que iban pasando a sus paisanos que aún esperaban su cita ante las autoridades migratorias estadounidenses.
Pero el dólar subió, los ahorros se agotaron y hoy la mayor parte de los asilados se encuentran en los casi 30 refugios de la ciudad, algunos de los cuales les cobran 50 pesos por noche de acuerdo a Wilner Metelus, presidente del Comité Ciudadano en Defensa de los Naturalizados y Afromexicanos.
TRABAJAN SIN PERMISOS…
Aunque varios migrantes extranjeros, principalmente haitianos ya se incorporaron a diversas fuentes de trabajo, no han tramitado sus permisos correspondientes ante las autoridades migratorias aseveró el delegado del Instituto Nacional de Migración Rodulfo Figueroa quien destacó la necesidad de aplicar una política humanitaria en este caso.
En entrevista el funcionario federal destacó la necesidad de que tanto los empleadores como los extranjeros que regularicen esta situación y que acudan para ello a las oficinas del Instituto Nacional de Migración ubicadas en el Boulevard Insurgentes.
Figueroa precisó que se trata de trámites y sencillos que no requieren de mayor complejidad y que ayudarán tanto a los empleadores como a los extranjeros a poder trabajar sin ningún sobresalto en las distintas actividades a las que se han incorporado.
Por todo ello, hoy los migrantes se han incorporado a la economía fronteriza, pese a los recientes problemas en nuestro país, y están al lado de los mexicanos frente a los gasolinazos, pérdida de terreno en la paridad peso dólar, y al triunfo de Donald Trump.