Los migrantes haitianos y africanos varados en Tijuana en espera de obtener su cita para cruzar a Estados Unidos están preocupados por la llegada de Donald Trump a la Presidencia de ese país el próximo 20 de enero, asevera Wilner Metelus, presidente del Comité Ciudadano en Defensa de los Naturalizados y Afromexicanos.
En entrevista telefónica con Agencia Proceso desde Tijuana, donde se encuentra desde el jueves pasado, Metelus afirma que varios migrantes le preguntaron si la administración de Trump los deportaría una vez en el poder. Y es que los recién llegados a la ciudad fronteriza obtuvieron su cita con las autoridades migratorias estadunidenses hasta febrero de 2017.
La gran mayoría de los haitianos que cruzan a Estados Unidos terminan en centros de detención. La administración de Barack Obama confirmó en octubre pasado que los deportaría cuando la situación mejore en Haití, aunque el pequeño país caribeño apenas se recupera de los estragos que causó el huracán Mathew.
Metelus estima que cerca de seis mil haitianos se encuentran varados en Tijuana y Mexicali –el Instituto Nacional de Migración (INM) dice que son cuatro mil 700–, y que grupos de alrededor de 300 migrantes llegan todos los días a la frontera. Las autoridades estadunidenses, por su parte, reciben a alrededor de 80 migrantes por día.
El activista informa que “hay grupos en camino que están por llegar a Tapachula en los próximos días”.
Algunos de los 32 albergues de migrantes habilitados en Baja California, estima el entrevistado, enfrentan nuevos problemas: en uno aparecieron chinches e insectos, en otros no hay comida suficiente para ofrecer desayunos, y en otros más se incrementaron los gastos de agua y luz.
Por ello, Wilner Metelus urge el gobierno mexicano a contemplar nuevas opciones para solucionar la situación de los migrantes. Una de ellas consistiría en negociar con Canadá para que ese país reciba a parte de los solicitantes de cruzar a Estados Unidos.
También llama al gobierno a abrir una oficina de la Comisión Nacional de Ayuda a los Refugiados (COMAR) en Baja California para agilizar la situación de los migrantes que busquen trabajo durante su estancia en México.