Las zonas metropolitanas del país han ido perdiendo densidad conforme se han urbanizado los espacios, lo que ha impedido el buen desarrollo de los servicios, afirmó la presidenta electa de la Unión Internacional de Arquitectos (UIA), Sara Topelson.
En su conferencia “Urbanismo con perspectiva de género” en el marco de Tijuana Innovadora 2016 Creativa, la arquitecta egresada de la UNAM aseguró que una ciudad dispersa afecta mucho a las mujeres y a los niños, pues las zonas urbanas están trazadas en torno a la dependencia del automóvil, y en algunas zonas sólo el 15 por ciento de las familias lo poseen.
La mujer hoy, es la principal usuaria de los equipamientos y del transporte público, pues en razón de economía dependen más de los servicios públicos, por lo que se debe de considerar la variable de género en la redacción de los planes urbanos para beneficiar al sector femenino en su doble carga de trabajo.
En el entorno de las casas, son las mujeres y los niños quienes más se benefician de un diseño estructural en torno a las calles, a los espacios públicos y al transporte, mencionó la urbanista.
En el caso de los hombres en la ciudad, se mueven de manera perpendicular, pues salen de su casa, van al trabajo en la mañana y en la noche regresan, además de que todas las actividades las realizan en torno a su área principal. En cambio las mujeres se mueven de manera poligonal, pues van de la casa a la escuela, al trabajo, al médico, a las tiendas, a lugares de servicio, entre otros.
En México, en el 25 por ciento de los hogares con estructura familiar femenina, la mujer es la que educa y lleva la administración de la casa, pues los hombres están ausentes, de ahí la importancia de tomar como parte de la planeación urbana las necesidades del sector femenino, pues cuando se atiende a una mujer, se atiende a toda la familia.
En Baja California, la población total del estado es de alrededor de 3.3 millones de habitantes; de la población económicamente activa el 59 por ciento son hombres y el 41 por ciento mujeres, lo que significa que ambos géneros se encuentran casi emparejados en materia laboral, dijo
La fuerza laboral femenina en el mundo es valorada en dos sentidos: labores remuneradas y no remuneradas, las primeras con una participación de mujeres del 47 por ciento y la segunda del 83 por ciento de hombres; en cambio, en el empleo de tiempo parcial, el 25 por ciento lo constituyen mujeres y sólo el ocho por ciento está conformado por hombres.
Las mujeres en el siglo XXI realizan al mismo tiempo labores de crecimiento personal, y en materia de crecimiento poblacional hace la vida más compleja, al igual que a nuestra movilidad en general; en México, el 80 por ciento del consumo es decisión de las mujeres, “es líder en toma de decisiones a nivel hogar y comunidad, con un papel imprescindible para el funcionamiento social.
Ante ello, se debe de priorizar redes que atienden el movimiento más importante de toda la población, ir más allá de una planeación en forma poligonal que ejerce la mujer a través de sus actividades, con más destinos que beneficie a mujeres y niños, y a los hombres que cada vez atienden más las necesidades de sus hijos y de su familia, manifestó.
Las ciudades, dijo, deben de ser para todos, no sólo para quienes tienen automóvil, “hoy la gran discusión a nivel mundial es que le apostemos en lugar de una ciudad difusa, a una ciudad compacta, que use menos suelo, pues la ciudad compacta con un mecanismo de movilidad, contribuye a reducir las desigualdades”.
Se deben priorizar redes que atiendan el movimiento más importante de toda la población, ir más allá de una planeación en forma poligonal que ejerce la mujer a través de sus actividades.