No hay que ser adivino para adelantar quién será el rey del carnaval, que se inició formalmente este 11 del 11, a las 11 de la mañana con 11 minutos en las riberas del Rin. La cabellera de Donald Trump ya fue vista circulando por Colonia y Düsseldorf, lo cual hace innecesarios mayores poderes premonitorios. Presagiar la victoria electoral del rubicundo personaje, en cambio, sí requería ciertas dotes proféticas, por lo visto cada vez menos abundantes en las empresas que viven de tomarle el pulso a la opinión pública.
Apocalipsis now
Más eficaces que las estadísticas y muestreos representativos podrían resultar las bolas de cristal o simplemente las «visiones”. Y como en estos tiempos de Incertidumbres plurales y mayúsculas muchos andan en búsqueda de orientación, o de consuelo, no extraña que llamen la atención títulos como este, de la revista de noticias alemana Focus: «Pitonisa ciega predijo el 11/S y el EI, ahora tiene un amargo mensaje para Trump”.
Baba Wanga
La nota se refiere a Baba Wanga, una vidente ciega que murió hace casi 20 años y a la que sus admiradores llaman la «Nostradamus de Bulgaria”. Como suele suceder en estos casos, sus profecías no eran muy concretas. Dijo, según dicen, que atacarían a Estados Unidos «dos pájaros de acero”; una diáfana alusión a los aviones que se estrellaron contra las torres gemelas. También dijo, dicen, que el presidente Nr. 44 de Estados Unidos sería de piel oscura. Y ahora viene el mensaje que debería poner a temblar a Trump e incluso a sus más acérrimos detractores: según palabras atribuidas a Baba Wanga, ese presidente de piel oscura sería el último.
Un mundo feliz
Pero no todos los presagios que por estos días se asocian a Trump son apocalípticos como los de Baba Wanga. Mitar Tarabić, un vidente serbio del siglo XIX, conocido también como el «Nostradamus serbio”, habló de «un hombre pelirrojo y bonachón” que subiría al «trono del mundo” y haría «feliz a toda la gente”. ¿Se referiría al recién electo presidente estadounidense? Quienes así lo creen seguramente son adeptos del magnate que no hacen gran diferencia entre tonalidades colorinas y rubias.
Todo eso está por verse. Lo que ya se vio, en cambio, es que Trump se impuso en los comicios. ¿Contra todo pronóstico? No. Hubo quienes sí presagiaron su victoria, aparte de él mismo y sus amigos. Por ejemplo, uno que no se cuenta entre sus fans: el cineasta Michael Moore. Claro que él no recurrió a las artes adivinatorias, sino que hizo conjeturas que resultaron acertadas, para su pesar. Ahora Moore anda repartiendo consejos para superar el trauma y arremete contra el Colegio Electoral, a su juicio una idea arcaica y única causa por la que Trump salió presidente. Algo de eso debe haber, en vista de que Hillary sacó más votos.
Nostradamus de Springfield
Sobre los poderes extrasensoriales de Baba Wanga, Mitar Tarabić y afines se puede discutir. También sobre las reflexiones de Michael Moore. Pero lo que es un hecho del porte de una catedral, es que hubo quienes hace ya 16 años vaticinaron que Trump llegaría a la Casa Blanca. Y, a diferencia del hermetismo del lenguaje profético, lo dijeron con todas sus letras. Usaron, eso sí, un medio poco convencional. La profecía fue proclamada urbi et orbi en un capítulo de Los Simpson y ahí está el video que lo comprueba, a la vista de todos. Pero el vaticinio no termina ahí: Lisa Simpson asume el Gobierno de un Estados Unidos al que Trump llevó a la bancarrota.
El propio Nostradamus no podía quedarse atrás de Los Simpson y también tiene un versículo que habla del «gran, descarado e insolente vociferador” que será elegido para gobernar «el mayor ejército del mundo”. Todo es cuestión de interpretación. Y de un poco de humor para mirar el mundo en este día en que comienza el carnaval renano.