La historia comienza en Acapulco en 1977, cuando Susana Palazuelos autora de libros especializados forma una famosa banquetera que se basa en el compromiso y la dedicación. Ella es la madre de Eduardo Palazuelos, el talentoso chef que resguarda la herencia gastronómica y a la que ha ampliado con su visión única, adquirida a través de sus viajes y estudios por el mundo.
Eduardo se ha encargado de preservar los sabores mexicanos, además de que día a día impulsa el uso de productos locales. El toque personal de Eduardo consiste en su fusión de estos ingredientes con las técnicas ancestrales y con los sabores de la ruta que recorría La Nao de China desde el sureste Asiático, América del Sur y México.
Del talento e inspiración nace una mezcla única, una nueva propuesta que resalta los sabores de las carnes y mariscos, combinados con ingredientes nuevos y clásicos, como uno de mis favoritos “Camarones sol y sombra”, bañados con salsa de mango al jengibre y tamarindo al chipotle, arroz y plátanos fritos; platillo que se degusta en Mar del Zur.
Este restaurante, liderado por Francesca Palazuelos, quien se cerciora de que los comensales se sientan como en casa, desde el menú, los platillos especialales, el servicio, hasta las catas que se organizan en el restaurante; en estas por ejemplo, se busca que los invitados se adentren al mundo de sabores de los vinos y la gastronomía, explicando los ingredientes de cada platillo y su maridaje con el vino.
Mar del Zur, escrito con una z, tomó su nombre de la forma en que se denominaba al Océano Pacifico en los mapas del siglo XVI por ser una etimología latina. La ambientación inspirada en suaves tonos que inspiran tranquilidad, como las aguas de un mar, muestra detalles inspirados en las láminas del explorador, dibujante, arquitecto y aventurero Frederick Catherwood. No por nada, su eslogan es “una travesía culinaria” y se localiza en la propiedad más significativa de Polanco “Casa Domit”, en la famosa avenida Emilio Castelar. Se construyó en 1945 por el arquitecto Shafick Kaim.
Mar del Zur es un restaurante con ambiente íntimo, y que ha sido formado por los lazos familiares de amor y compromiso. Aquí se descubre un concepto que esconde celosamente un tesoro culinario, el resumen de los viajes por todo el mundo de un chef aventurero para traer a la mesa, unas mezclas genuinas y unos platillos inolvidables.