La industria musical representa para las mujeres un reto, pues para cantantes, autoras, compositoras, músicas, productoras u organizadoras la discriminación por cuestiones de género es palpable.
Según datos publicados en 2014 por la revista norteamericana Billboard, en el mundo sólo el seis por ciento de los cargos gerenciales en la industria de la música son ocupados por mujeres.
En las últimas cinco ediciones del Festival de Viña del Mar, referente en la región de América Latina, de un total de 73 artistas musicales que se han presentado, solo diez de ellas han sido mujeres solistas o bandas con mujeres.
La organización Women In Music señala que en 46 años, ninguna mujer ha sido distinguida con el Grammy por la mejor producción musical.
Y durante los últimos cinco años, en los diez festivales de música más importantes en Estados Unidos, dos tercios de los grupos participantes estaban compuestos exclusivamente por hombres según un análisis del diario The Huffington Post.
Este es el panorama al que se enfrentan las mujeres que buscan sobresalir en la industria musical ya sea como compositoras, cantantes, músicas, organizadoras o trabajadoras dentro de las compañías discográficas.
Francisca Valenzuela, cantautora e instrumentista chilena, señaló, durante su participación en el Festival Ruidosa CDMX 2016 que se realizó el fin de semana, que es necesario explorar las barreras y a las que se enfrentan las mujeres en el mundo musical, un tema poco analizado, para encontrar soluciones.
“Hay que mirar cómo lo han hecho ya otras mujeres”, señaló.
Valenzuela es una de las creadoras de Festival Ruidosa, feminista, que tuvo su primera edición en Chile el pasado mes de marzo y que tiene como finalidad poner a las mujeres como protagonistas del relato y del escenario.
La inquietud se deriva de su propia experiencia, cuando en sus inicios los empresarios les pidieron no tocar el piano porque ya había muchas mujeres que tocaban el piano.
“Al principio me dijeron que no tocara el piano, que ya había muchas mujeres que tocaban el piano y que pensara en otra cosa, y yo me pregunto: ¿Y por qué a los hombres no les dicen que ya hay muchos que tocan la guitarra, que entonces busquen otra cosa?”, reflexionó.
Mon Laferte, también de origen chileno y cantante, que ha colocado entre los primeros lugares de la radio en México el tema “Tu falta de querer”, relata que por ser mujer la han desacreditado de forma automática sobre sus conocimientos musicales.
“Tú no sabes, si eres mujer parece que en automático no sabes tocar, que no le das duro a la batería, en fin, que tocas como ‘vieja’”, explicó Mon Laferte.
Eso, señaló la cantante, se suma al hecho de que a las mujeres las ven siempre como un pedazo de carne.
Si vas a una reunión importante debes entonces vestir cubierta para que no piensen que quieres provocar, pero en el escenario entonces sí hay que descubrirse para vender. Muchas veces entonces parece que el talento queda relegado, dice.
La invisibilización de las mujeres en la escena musical también es un factor que afecta incluso la propia percepción que tienen o han tenido de sí mismas quienes ha decidido incursionar en este mundo.
La cantante, compositora y guitarrista Teri Gender Bender, vocalista del grupo Le Butcherettes, explicó también durante Ruidosa Fest CDMX, que la discriminación en contra de las mujeres, a veces juega en contra a sí mismas.
En ocasiones sólo porque la escena está dominada por hombres, hasta me da pena decir que vengo de hacer una gira en Europa, así que solo digo que vengo de hacer algunos showcitos por ahí. Es decir, muchas veces las propias mujeres no nos creemos lo que estamos haciendo.
Respecto a los temas de los que escriben las compositoras, muchas explicaron que aún existen tabúes para temas relacionados con la vida y las experiencias íntimas de las mujeres como la menstruación o masturbación.
Sin embargo, señalaron que es a través de sus propias canciones que pueden hablarle a todas las personas sobre la vida de las mujeres.
Teri Gender Bender, cuyo nombre real es Teresa Suárez, dijo que ella busca hablar de temas que importan a las mujeres a través de sus letras.
“Es como si mandáramos señales, a ver con quién conectamos, hablamos de violencia, muerte, depresión, claro desde nuestra perspectiva como mujeres”, explicó.
Mon Laferte, dijo a SemMéxico que es muy importante impulsar que los temas escritos por las mujeres puedan llegar al espacio público y con ello se conviertan en acciones en contra de los diversos tipos de violencia.
¿Y qué pasa en los festivales de música? Las mujeres pasan casi sin ser vistas o no son tomadas en cuenta, sobre todo, porque existe una idea generalizada de que “no hay mujeres”.
Lucía Anaya, fundadora de Derre-Tida, agencia que promueve el talento de mujeres en el ámbito musical, explicó que para terminar con esta idea es necesario fomentar la realización de festivales de mujeres con la finalidad de dar a conocer talento musical.
A su vez, Mony Saldaña, directora del festival NRmal, propuso que las mujeres que tienen alguna posición de toma de decisión en la organización de festivales deberían normalizar la participación de las mujeres en ellos.
¿Pero cuántas mujeres realmente tienen un puesto de toma de decisión en festivales o compañías discográficas? Pocas. Muy pocas, responde.
Larissa Carpinteiro, experta en música y marketing y que trabaja actualmente en Sony, explicó que durante mucho tiempo en las compañías discográficas las mujeres solo ocupaban puestos como asistentes o secretarias.
Aspirar a un puesto de alto nivel requiere de años.
Y a veces ni eso, como relató Mariana Uribe, quien trabajó cinco años en Ibero 90.9 y tuvo un programa de videos musicales en Canal Once, además ha sido supervisora musical en varias películas, cuando compitió por un puesto se lo dieron a un hombre que tenía los mismos estudios que ella, habilidades y experiencias similares.
Aunque el panorama parece desalentador, todas coinciden en una cosa: talento femenino para diversas actividades en la música, abunda.
Coinciden también en que es tiempo de mirar hacia otros medios como las redes sociales que les permitan saltar las barreras impuestas por los medios tradicionales y llegar cada vez a más personas.