Con tantas etiquetas en el mundo de los vinos, a veces resulta confuso tratar de elegir alguna especial. Entre blancos, tintos, rosados y espumosos, es fácil perderse sin una buena guía, o seguir probando lo mismo sin atreverse a experimentar nuevas sensaciones. Por ello, Vinoteca es mucho más que una importadora/distribuidora/tienda de vinos, es un templo al hedonismo en el que se encuentra más allá de lo que se busca, con la guía de expertos asesores que invitan a probar una nueva experiencia.
Con 42 años de historia, Vinoteca ha visto desfilar las mejores marcas nacionales y extranjeras de ginebras, vodkas, tequilas y mezcales, licores y rones, whisky, brandies y cogñac, cremas, vinos, espumosos, cavas y champagne, además de todos los utensilios que complementan el arte de beber. El renombre del que hoy goza es resultado de una pasión que después se convirtiera en un proyecto de vida. Importando inicialmente desde Europa para satisfacer su gusto personal y el de sus amigos más cercanos, Juan Morales se vio envuelto en un éxito que lo perseguía.
Después de empezar a comercializar formalmente los vinos de algunas bodegas, hoy en día cuenta con más de 18 tiendas en las que conviven botellas de países como Francia, Italia, Chile, Argentina, Portugal, Estados Unidos y por supuesto, México. Entre las marcas más emblemáticas de producción nacional está la famosa bodega de Casa Madero, la joya del enoturismo de Parras, Coahuila.
De Casa Madero se pueden encontrar el vinos tinto Shiraz, ideal para maridar con platillos complejos, adobados y moles afrutados, así como el magret de pato, filete en salsa de champiñones, ternera con salsa de ciruela y enfrijoladas; así como el Cabernet Sauvignon, y el gran reserva.
Entre los blancos está la etiqueta Casa Grande Chardonnay, un fresco vino blanco nombrado así en honor al casco de la hacienda de los viñedos de Madero. La particularidad de este blanco es que sus uvas se cosechan de noche, de forma que se maximice la concentración de aromas. Después de pasar seis meses en barrica de roble francés, se obtiene un vino amarillo paja con tonos dorados, cargado de gran expresión aromática de frutos como chabacano, manzana, almendras, pasas, piñones, y con tonos de madera embebida con miel y vainilla. Su amplio final en boca, deja un agradable paso de especias y fruta deshidratada.
Gracias a Vinoteca, acercarse a la cultura del vino y de los sabores cautivantes es una realidad para expertos o para quienes apenas inician, además de expandir el horizonte de opciones entre los consumidores. Pero lo más importante al escoger una botella es recordar lo que su lema bien dice: disfrutar un vino es mejor cuando se comparte.
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