La cerveza artesanal es uno de los rubros que más han detonado la economía regional, cuando hasta hace poco era impensable que éste pudiera ser un giro sostenible, ahora genera una derrama económica de mil millones de pesos al año, reveló José Alberto Estrada García, fundador de la Asociación de Cerveceros de la Baja, durante la conferencia que ofreció durante el segundo día de actividades de Tijuana Innovadora 2016.
En 2015 la cerveza artesanal generó 215 millones de pesos, y 418 millones en 2016, nada más hablando de Tijuana; mientras que en 2014 había en la ciudad solamente 5 centros de consumo, en 2015 había 22 y ahora son 80 puntos de venta: “Y todo esto lo han provocado principalmente los jóvenes, con creatividad”, sostuvo Estrada.
Expuso el cervecero que el primer obstáculo al que se enfrentaron fue el acaparamiento que de las licencias de alcohol que tenían las dos grandes compañías de cerveza comercial, las cuales estaban condicionadas nada más para que los interesados vendieran los productos de Modelo o Tecate, hasta que a cuatro jóvenes cerveceros emergentes propusieron reformar tal ley.
A la postre Tijuana se convirtió en la primer ciudad en tener una reglamentación al respecto, y después Baja California se convirtió en el primer estado, sin embargo, acotó Estrada, existen aún retos que deben superar, siendo uno de ellos el de los impuestos, pues mientras las cervezas comerciales tienen una carga fiscal del 3%, el de la cerveza artesanal es del 13 %. “Así no vamos a poder sostener el crecimiento a nivel nacional”, advirtió.
Otro reto del sector es preparar a verdaderos maestros expertos en la elaboración de cerveza artesanal y poner orden al sector: “A veces se ve muy fácil hacer cerveza, se ve fácil venderla, se ve fácil consumirla, pero es muy complicado”, apuntó, e invitó a los jóvenes emprendedores a acercarse a la Asociación de Cerveceros y unirse, “vencer esa barrera para poder pedir ayuda. Ya pusimos el ejemplo en Tijuana”.
Dijo que Baja California es el estado que tiene la mejor comunidad de cerveceros, y ello porque se han olvidado de la imagen de la cubeta llena de cangrejos que se jalan entre ellos para no salir: “La clave es ayudar, salgan ayudar a los demás, cuando les digan que no se puede hacer algo, no se lo crean a nadie”.
Ejemplificó como incluso una cámara empresarial que se supone está para incentivar los proyectos económicos fueron los que más les pusieron trabas al inicio. Ahora, como ejemplo de superar barreras, lograron reactivar la Plaza Fiesta, “que estaba abandonada y donde muchos locales funcionaban como picaderos”, donde actualmente existe 20 locales de degustación de cerveza artesanal.
“Hay que exigir lo que nos corresponde, ahí empieza la revolución, no andemos haciéndole al Facebook y hay que aplicarse”, concluyó el fundador de la Asociación de Cerveceros de la Baja, quien empezó con 20 asociados y hoy tiene casi 90, gremio organizado que, planteó, unidos lograron que en Tijuana se generara la primera licencia para cerveza artesanal a nivel nacional.