En cuanto Mujica toma el micrófono el bullicio que se escuchaba en el estadio se apagó, el silencio para escucharlo fue evidente, comenzó dando las gracias a México, recordó la frase que se atribuye a Porfirio Diaz “México tan lejos de Dios y tan cerca de Estados Unidos”.
Habló de los años de la dictadura que aquejó a su país y de la tradición de México de ofrecer asilo, la cual mencionó es un tributo a favor de la humanidad.
Se dijo un luchador social, no un rockstar o un cantor a pesar del escenario, una persona que «con palabras afiladas va tras las ideas, se necesita creer en algo, se necesita la esperanza para vivir.»
Habló de la paradoja de nuestro tiempo, «nunca el hombre tuvo tanta fuerza y riqueza, el poder de inventar, poder tecnológico, capacidad de construir, crear y recrear civilizaciones y al mismo tiempo la capacidad inmensa de destrucción.»
En este mundo el valor preponderante es el del mercado, «todo vendible, todo comprable, el éxito medido por los bienes materiales, 85personas en el mundo tienen lo mismo que tres mil millones. Diferencias desde la cuna, donde las oportunidades son siempre mayores para quien nace con recursos. La obsolescencia programada, solo para generar riqueza para unos cuántos.»
Deberíamos ser dijo, «como los pájaros que cuando sale el sol cantan y luego salen por la vitualla para vivir, pero antes cantan. No hay mayor milagro que el de estar vivos. La vida, es a plazo fijo se nos va, por lo que no hay mejor lucha que la que se hace en busca de la felicidad.»
«Tanta plata en juego incrementa el peligro de las decisiones políticas, por eso la gente ya no cree en la política, se ha desacreditado, nadie cree en los partidos políticos y si no creemos en nada, no puede haber lucha colectiva, deja de interesarnos. La política está enferma, ya importan las elecciones,» pero, dijo, el papel de la política es hacer viable la vida en sociedad.
Se necesita que los países más pequeños unan esfuerzos para poder negociar con países como China. Que las universidades «crezcan en ciencia, en investigación, en tecnología. Los universitarios tienen una responsabilidad con la sociedad, el conocimiento no es propiedad privada, debe servir para acrecentar el bienestar de la sociedad.»
Enfatizó que hay que creer en algo, «creer, da sentido a la existencia, hay que dignificar la vida y vivirla para ser recordados, que al final no te puedes llevar nada en el cajón.»
Convocó a los jóvenes a darle importancia a la cultura, «como una oportunidad de construir un mundo con valor, si no cambiamos ‘la cabeza’ no cambia nada, vivir como se piensa y no como quieren imponernos las leyes del mercado, sin utopías del mundo perfecto, algo al alcance dé cada uno, pensando que somos hombres y mujeres libres que tomamos decisiones fundamentales.»
Terminó su presentación diciendo: «siembro ideas para que piensen, no estén de acuerdo en todo lo que digo, piensen busquen, adentro de ustedes. La soledad del calabozo, explicó, me enseñó que hay un interlocutor en nosotros, hay que hablar con él, dedicarle tiempo al amigo de la misantropía que puede enseñarnos cuál es el camino a seguir, no depender de lo que nos dan de afuera, busquen lo que tienen dentro, se van a impresionar con la riqueza desperdiciada que llevamos dentro, aprendan interrogarse, a hablarse así.»