En ciudades fronterizas como Tijuana la demanda por cirugías de nariz llega a ser hasta de un 50 por ciento del total de las operaciones que se practican, comentó el cirujano plástico Marco Antonio Rodas Ruiz.
Integrante activo del Colegio de Cirujanos Plásticos, Estéticos y Reconstructivos de Baja California (CCPERBC) dijo que los mexicanos son el mayor porcentaje de quienes buscan definir su nariz, con 80 por ciento de los interesados.
Señaló que los accidentes y las malformaciones genéticas son otros factores que contribuyen a la demanda de esos procedimientos.
Citó por ejemplo que en niños que hayan nacido con labio y paladar hendido generalmente existe un colapse de la nariz que impide la respiración correcta y es necesario realizarles cirugía reconstructiva.
La decisión de operarse la nariz se debe tomarse con responsabilidad, ha habido casos de adolescentes de 14 a 16 años que buscan parecerse a ciertos modelos de revista y buscan la cirugía.
“A esta edad, el cuerpo se sigue desarrollando y tomar una decisión de tal grado debe razonarse muy bien”, puntualizó.
El especialista resaltó que las presiones y apodos no deben ser una razón para recurrir a la cirugía de nariz.
Señaló que los rasgos naturales que llegan a definir un rostro agraciado o bonito pueden verse condicionados por la forma de la nariz, ya que se considera la parte más estética del cuerpo humano.
Los latinos suelen definir como perfecta la nariz anglosajona. Debido a este estereotipo las personas suelen recurrir a la cirugía plástica, dijo.
No obstante, resaltó que las posibilidades de éxito son limitantes, considerando que en Latinoamérica existe, principalmente, una nariz mestiza que se caracteriza por piel gruesa, poros abiertos y cutis graso, no obstante son de las intervenciones más demandadas.
La cirugía de nariz es uno de los procedimientos más difíciles porque se trabaja con tejidos vivos.
Estos tejidos vivos, anotó, son sometidos a un traumatismo como la piel, mucosa, hueso, cartílago y músculo, en algunos casos el éxito de la intervención llega a depender del grado de cicatrización e inflamación.
Invitó a verificar que el cirujano que haga la operación esté debidamente capacitado y certificado para realizar el procedimiento, porque una práctica errónea puede traer graves consecuencias para el paciente.