Al menos 70% de los productos que se comercializan en Baja California proviene o tiene algún insumo de origen estadounidense, por lo que académicos e investigadores estiman que, por la depreciación del peso frente al dólar, su costo podría repuntar durante los próximos meses y, con ello, ser menos accesibles para los residentes fronterizos.
El investigador del Colegio de la Frontera Norte (Colef), Alejandro Díaz Bautista, explicó que la pérdida en el valor del peso frente a la moneda estadounidense ha encarecido los productos, lo que significó en septiembre del 2016 una inflación anual de 3.80% en el rubro de mercancías no alimenticias a nivel nacional, susceptible a este fenómeno económico, y de 2.51% en la frontera norte; ambas variaciones son mayores que los registros de enero del 2015 en más de dos puntos porcentuales.
Mayoría con tres salarios mínimos
A lo anterior se suma la situación laboral de Baja California. De acuerdo con datos de Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), el nivel de ingresos de la población ocupada de la entidad es el siguiente: 62.0% del total recibe hasta tres salarios mínimos; 17.6% entre tres y cinco salarios mínimos; 11.4% no está especificado; 7.6% más de cinco salarios mínimos, y 1.4% no recibe ingresos.
“Estimamos que va a haber un incremento en la pobreza aquí en la región por todo lo que está pasando directamente con la devaluación del peso”, advirtió el especialista del Colef.
El expresidente del Colegio de Economistas en Tijuana, Felipe Ledezma, detalló que los primeros efectos en el bolsillo de la gente se ven cuando repunta el precio de los productos, debido a que parte de los insumos son de origen estadounidense y los comercios prefieren pasar ese costo a los clientes.
“Lo que tampoco entienden en el centro del país es la dinámica de frontera, porque además de encarecer los precios en productos, lo mismo pasa con servicios como la renta que cobran en dólares. Eso pasa en una dinámica binacional como Baja California y nadie está dispuesto a compensar esa pérdida del poder adquisitivo”, lamentó.
Ledezma dijo que, según cifras del Inegi, entre 25 y 30% de los productos que se venden en México tienen insumos comprados en Estados Unidos, pero en la entidad esa cifra se dispara hasta 70%, por lo que estiman que ése sea el porcentaje de artículos que aumente su costo en el mercado.
Continuará la devaluación
El profesor-investigador del Cetys Universidad, Jorge Federico Araujo Saldívar, detalló que durante la actual administración del país la moneda nacional se ha devaluado alrededor de 45%, tendencia que continuará durante los siguientes meses con impactos negativos en la economía de la frontera.
“Si se trata de cambiar esa tendencia, tendríamos que empezar por fortalecer el mercado interno, fomentar el consumo. Además, las instituciones deben replantear sus metas hacia objetivos macros y, sobre todo, generar la confianza en la gente, que con los niveles de corrupción que hay es una tarea titánica”.
Por su parte, el presidente de la Asociación de Centros Cambiarios y Asociados de Tijuana, Carlos Leos Martínez, detalló que hasta el momento la compra del dólar continúa a pesar de su costo; sin embargo, advierte que esto se debe a dos factores: por un lado, servicios y productos en la frontera mantienen su precio en moneda estadounidense, así que están casi obligados a comprar; por otro, es una medida natural de la gente que prefiere comprar sólo como prevención y ahorro.