Las palabras del candidato republicano a la presidencia de Estados Unidos, Donald Trump, en contra de los mexicanos no son un juego que se tome a la ligera en este país donde académicos, estadistas, economistas y hasta el consejero presidente del Instituto Nacional Electoral, Lorenzo Córdova, buscan la manera animar a los latinos a salir a las urnas el próximo 8 de noviembre.
“Un éxito republicano sería un caos”, dijo Federico Subervi, de la Asociación de Medios y Mercados Latinos al participar en el foro “El Voto Latino en las Elecciones de 2016 en EU. Implicaciones para México” organizado por la Universidad Nacional Autónoma de México. “La UNAM no será ajena ni pasiva al proceso comicial en EEUU”, puntualizó Pedro Salazar, director del Instituto.
Salazar destacó que una victoria de la demócrata Hillary Clinton traería beneficios comerciales (con Bill Clinton se firmó el Tratado de Libre Comercio; con Trump está peligro); económicos y culturales: Hillary se ha mostrado abiertamente a favor de apoyar una regularización del estatus migratorio de millones de paisanos.
David R. Maciel, profesor emérito de la Universidad de California, detalló que el ejercicio del foro universitario gira en torno a un hecho crucial: los migrantes son uno de los puntos principales en los discursos de los candidatos.
El razonamiento de los analistas más renombrados —conservadores incluidos— dice que ninguno de los postulados ganará la Casa Blanca sin el sufragio latino. Sin embargo, el Pew Research Center (a quien le dio voz la investigadora Ana González) estima que de los 27 millones de latinos sólo votará la mitad o incluso menos y, de ellos, una tercera parte apoya a Trump y dos terceras partes a Clinton.
En ese sentido, Córdova, del INE, llamó a los migrantes mexicanos que tengan la ciudadanía a “superar tres filtros para influir en la decisión”. El primero es informarse sobre los trámites y plazos; el segundo, lograr la mayoría en las entidades con más votos latinos y finalmente “vencer el miedo o atavismos culturales que desde su lugar de origen los llevaba a no participar en la política”.