El pasado sábado 25 de junio se presentó en el CECUT la Sinfónica Juvenil de Tijuana en su concierto de verano titulado “20 años y seguimos tocando”. Jorge Soto secretario de la Mesa Directiva dio la bienvenida al público asistente agradeciendo su asistencia y apoyo a lo largo de 20 años en que se ha buscado formar a niños y jóvenes en el maravilloso mundo de la música y brindarles nuevas oportunidades de vida. Así mismo hizo referencia a los ciclos que se presentan, este año, seis alumnos empiezan una nueva etapa e irán a estudiar música a diferentes escuelas en el país y dos al extranjero y también aludió a los nuevos integrantes de la orquesta y los nerviosos que estaban por ser su primer concierto, la más pequeña de ellos de 9 años.
El concierto da inicio con los integrantes de la preorquesta, los músicos que tienen menos experiencia tocando en conjunto, interpretando piezas de Mozart, Ravel y Beethoven. Posteriormente aparece la orquesta, la primera pieza es el Concierto para flauta y orquesta en Sol mayor de Mozart y Octavio Lozano como solista, le siguen obras de Bizet, Mendelssohn, De Falla y Tchaikovsky. Al finalizar, el público aplaude emocionado, se integran los músicos de la preorquesta y el maestro Pavel Getman presenta como encore una polka mexicana y al seguir los aplausos para finalizar interpretan la Marcha Radetzky.
Pocas personas entre el público saben que esta hora veinte minutos de concierto es el resultado de meses de trabajo de los músicos y de organización de los padres; también desconocen que los jóvenes llegaron al CECUT a las 12 del día junto con los padres de la Mesa Directiva y algunos voluntarios que apoyan para arreglar el escenario, acomodo de sillas, atriles, micrófonos, decoración etc. Mientras otros reciben camerinos, se asignan lugares para los músicos y para el director, se prepara agua fresca, café y se pone una mesa con frutas de la estación como refrigerio.
Una vez arreglado todo los jóvenes suben al escenario para su ensayo, alrededor de las dos de la tarde se comienza a calentar y preparar la mesa para la comida esta vez el menú consiste en ensalada verde con arándanos, queso de cabra y aderezo al gusto, sopa de pasta y fajitas de pollo con aderezo de chipotle. Al terminar el ensayo alrededor de las 4pm los jóvenes bajan a comer, cambiarse y arreglarse. Algunas madres de familia ponen los listones y moños a las jóvenes. Poco después de las 5 pm da inicio la sesión fotografía en el escenario. Bajan unos minutos antes de las 6 y se alistan para salir a tocar. Las madres voluntarias ayudan a mantener el orden, coordinan a los músicos, los apresuran y están al pendiente de lo que pueden necesitar, con 60 músicos siempre hay cosas que hacer.
Al terminar el concierto un equipo de madres esperan en camerinos a los músicos quienes cansados bajan a cambiarse y cenar algo, los jóvenes dicen que sin pizza y donas no hay concierto. Algunos músicos se cambian, otros solo guardan su instrumento y se llevan la pizza y su dona pues ya los esperan. Hay risas y felicitaciones de los padres y maestros. En el escenario los padres apoyan para desmontar atriles, micrófonos, cables y acomodar todo en la puerta para que sean regresados a la sede de la Sinfónica. Mientras los músicos se van retirando los padres de la Mesa Directiva terminan de guardar todo lo que se utilizó, limpian, revisan y recogen lo que haya quedado olvidado: partituras, ropa, zapatos, etc. y entregan camerinos.
Esto es solo una breve descripción del trabajo de los padres el día del concierto, la organización del evento comienza un par de meses antes, próximamente se explicará ese proceso.
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