Lourdes Aparicio fue despedida de su trabajo como maestra de preescolar en Estados Unidos, después de 15 años de laborar en el mismo plantel, lo que la obligó a buscar alternativas de empleo.
Con las tradiciones mexicanas arraigadas, la tijuanense aprovechó el talento que tiene y creó su negocio de salsa verde artesanal, llamado “Luly’s”. Las salsas tienen tomatillo, aguacate, cebollita de cambray y cilantro.
“Tenía doble plaza, pierdo el trabajo y llego aquí a Tijuana y me pongo bien triste porque tenía 15 años en mi salón y dije: o me tiro o me levanto… y empecé con las salsas”, platicó.
Los primeros pedidos fueron para sus excompañeros de la escuela, recordó, a quienes compartía las salsas durante la hora de la comida.
“Empecé a hacerla y a vender entre los mismos papás y los maestros y seguí. A donde me piden yo voy y como no queriendo ahí voy”, compartió.
En 2012 nació la idea de crear las salsas para vender, pero fue hasta 2013 cuando tomó la decisión de distribuirlas formalmente, al ser despedida de su empleo como docente.
“Mis hermanas y yo mi mamá siempre nos enseñó a hacer mucho picante y siempre hacíamos salsa verde, pero cosíamos todo, molíamos todo y recordé: ¡tan rica que me salía esa salsa! Y ahora en vez de moler, le pico natural la cebollita, el aguacate y el cilantro y eso le da mucho sabor”, explicó.
La salsa sin conservadores entra en el concepto nuevo de cuidar la salud al comer alimentos saludables, consideró Lulu.
Comentó que el cambio de ritmo de vida de Estados Unidos a México, al estar desempleada, le ayudó a buscar hobbies, como es la cocina. El tiempo, dijo, lo comparte en casa con su hijo menor, Ángel, de dos años de edad, mientras prepara sus salsas.
La visión
Lulu quiere que su negocio crezca este 2016 y buscar puntos de distribución para Luly’s, en establecimientos no sólo de Tijuana.
El objetivo es que con el apoyo de una empresa en Estados Unidos, dedicado al apoyo en financiamiento de emprendedores, Luly’s pueda vender el producto en el país vecino.
“Es hacer la salsa aquí y después venderla allá, porque allá por lo menos me piden más de 800 dólares de impuesto cada mes, además de que se tiene que hacer el producto en una maquinaria profesional y yo la hago a mano aquí en mi casa”, explicó.
Los frascos de 400 gramos de salsa se venden a 50 pesos. Lourdes no tiene contemplado aumentar el precio, a pesar del incremento del costo de los insumos.
“Estamos próximos a patentar ¡ya! Tanto de estar de aquí y allá, pues no, por eso ese es el primer paso que tengo en mente para que crezca mi negocio de Luly’s”, detalló.
La publicidad de Luly’s se hace por el momento sólo vía Facebook y los pedidos se hacen por teléfono y correo electrónico.
Nombre: Lourdes Aparicio Rivera
Edad: 44 años
Originaria: Tijuana
Contacto
6 86 25 72 y (619) 934 50 53
Correo electrónico [email protected]
Facebook: lulys.salsa