Más de 300 food trucks se encuentran registrados ante el Ayuntamiento de Tijuana, para ofrecer comida en las calles de la ciudad, informó el regidor presidente de la Comisión de Desarrollo Económico, Héctor Riveros.
En entrevista con El Sol de Tijuana, el edil dijo que hasta febrero de este año, los establecimientos de ese tipo se habían apegado a una figura especial, en la que el propietario del food truck paga una licencia anual de mil pesos para poder operar.
Comentó que la licencia de los food trucks contempla que la unidad pueda movilizarse por diferentes zonas de la ciudad, según lo que le convenga al giro gastronómico.
Riveros explicó que el auge de los food trucks se dio a partir de que egresados de las escuelas culinarias de Tijuana, comenzaron a crear este concepto innovador.
«Hubo un choque cultural, con los restaurantes, o fondas tradicionales, donde solicitaban más cocineros que chefs, y en ese choque cultural, algunos que egresaron de ese tipo de escuelas, muy profesionales, empezaron a emigrar, y los que no tuvieron la oportunidad empezaron a utilizar este tipo de utilidades», recordó.
«La facilidad de ese tipo de negocios es que además de la economía, tienen la facilidad de movilizarse, y la zona no llega a ser el detonante que espera, o el mismo vendedor de producto se puede trasladar a un evento especifico», abundó.
Por último, el representante del Partido de Baja California subrayó que la licencia de operación de los food trucks prevé que no puede vender un mismo producto al de un restaurante establecido.