Uno de los primeros retos para que los migrantes y personas deportadas tengan una oportunidad de salir adelante al quedarse en Tijuana, es enfrentarse a la “doble moral” de los tijuanenses que expresan su deseo de ayudarlos pero al momento de actuar prefieren que otros lo hagan, criticó el responsable de la pastoral social “Caritas” de la iglesia católica, Mario Heredia Mata.
Por lo mismo, hizo un llamado «para que la comunidad abra los brazos y el corazón» a las personas en condición de migrantes, pues la ciudad dijo, está construida en su mayoría por personas que llegaron en busca de una oportunidad de crecimiento.
Asimismo, pidió a los empresarios ver una oportunidad en las personas deportadas de Estados Unidos, pues en su mayoría cuentan con gran dominio del idioma inglés, conocimiento de trabajo en campo o cocina, sin embargo al llegar en Tijuana no hay oportunidades de empleo.
Respecto a las autoridades, Mario Heredia expresó que se respete el derecho al libre tránsito de las personas debido a que constantemente se ve a la Policía Municipal haciendo “redadas” para personas migrantes, a los cuales detienen y les afectan en su dignidad como persona así como su derecho de paso.
El objetivo, dijo, es el evitar que las personas migrantes por una falta de oportunidades terminen durmiendo, comiendo y viviendo en las calles de la ciudad aumentando uno de los principales problemas de Tijuana, la indigencia; “ya nos acostumbramos a vivir con indigentes”, manifestó.
El responsable de “Caritas”, lamentó que los tijuanenses constantemente expresen su deseo de ayudar a estas personas y a la hora de actuar no lo hagan, o bien, prefieren que otros grupos lo hagan en su lugar o que se ubiquen centros de atención lejos de la zona urbana.
Como ejemplo de lo anterior mencionó que recientemente quisieron poner un centro de atención a migrantes en las inmediaciones de la línea internacional de San Ysidro, sin embargo los vecinos juntaron firmas y se opusieron, por lo que el Ayuntamiento les negó como organización el permiso de uso de suelo. “La gente quiere que ubiquemos esos lugares en las orillas de la ciudad, hay contradicciones, se quiere ayudar pero a la vez se cierran las puertas”, expresó Mario Heredia tras reconocer que el reto de los migrantes es la “doble moral” de los ciudadanos.
Finalmente, Heredia Mata comentó que el apoyar a las personas deportadas y migrantes se ha vuelto complicado en la actualidad, pues “por un lado decimos hay que ayudarlos, pero no hacemos nada o está bien que lo hagan otros y nosotros nada, es algo complicado”.