Contando sus historias, un lugar se convierte en parte de esas historias. La leyenda cobra vida más allá del lugar y se convierte en historia sin tiempo.
Los orígenes del pueblo de Il Borro se pierden en la historia de la Toscana medieval y los personajes famosos que establecieron la reputación de la región. Cada callejón, cada piedra habla de un tiempo que una vez fue, de sabores y aromas que recuerdan la memoria de la Toscana autentica.
Rodeada de viñedos y olivares, a la sombra de los cipreses de la antigua Via dei Sette Ponti , (una zona rica en arte y cultura entre las tres principales ciudades de la Toscana: Florencia, Arezzo y Siena), Il Borro es una ventana abierta a la historia, un fresco de un mundo lejano.
La dinastía de los Medici, los Saboya y ahora la familia Ferragamo han salvaguardado y preservado este precioso oasis, haciendo de este lugar, suspendido entre el pasado y el presente, un santuario dedicado al bienestar y el arte de la hospitalidad.
Una finca setecientos hectáreas en el corazón de la Toscana, Il Borro se encuentra en la cuenca del Valdarno Superior, una gran llanura de excavada de forma natural por el paso del río Arno y bordeada por el Patromagno , las montañas de los Apeninos y las colinas de Chianti.
El valle del Arno es una zona de gran belleza natural, bosques antiguos, arroyos de agua cristalina y las famosas colinas que caracterizan el paisaje de la Toscana. Especialmente impresionantes son las formaciones rocosas “Balze” talladas en el paisaje en forma dramática y espectacular.
En el cuidadoso trabajo de restauración que han hecho en Il Borro, la bodega y viñedos han sido una de sus prioridades. Deseaban que la tierra generosa de estos lugares vuelva a producir un vino excelente, capaz de comunicar los sabores de su tierra, por lo que han traído a la vida el corazón de su finca: las antiguas bodegas, que ahora se han ampliado para dar cabida a la nueva producción.
La estructura del Borro tiene orígenes antiguos y misteriosos . Su nacimiento se ubica antes del año mil, pero nada cierto se sabe. Los fundadores fueron, probablemente, los etruscos, pero hasta la fecha no hay testimonios ni pruebas en apoyo de esta tesis. El Borro se convirtió, dada la ubicación estratégica, mirador en la carretera romana Cassia, desarrollándose más tarde como un castillo real.
Un hotel sin igual en el mundo, Il Borro es un portal al pasado, donde el lujo y la exquisitez toscana se unen, se mezclan, y se convierten en una experiencia sensorial que nos contagia de amor por la bella Italia.